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Él es de los pocos ticos que puede leer documentos de hasta 400 años de antigüedad
Franklin Alvarado tiene 22 años de trabajar en el Archivo Nacional, es historiador y experto en Neografía y Paleografía.
La ciudad de San José tiene sitios y edificios históricos, transitados, pero también místicos: esas edificaciones que guardan historias urbanas, algunas paranormales, que ponen la piel "chinita".
Uno de esos lugares se ubica en el Barrio Otoya, Calle 13, Avenida 11: la casa de los siete ahorcados. Si bien los propietarios descartan la historia, la vivienda se ha hecho famosa con el pasar de los años. La propiedad es esquinera, colinda con el zoológico Simón Bolívar y es referencia para direcciones y ubicaciones.
El historiador, comentarista e investigador, Milo Junco, es el guía que nos llevará por las sombras de estos emblemáticos puntos, llenos de misterios y enigmas.
El Cementerio General de San José es otro de ellos. Construido en 1845, este camposanto es la última morada de cientos de miles de personas comunes y destacadas personalidades de Costa Rica, que descansan en sus tumbas, rodeadas de una belleza artística, esculturas y algunas historias dignas de contar.
Ese es el caso del ramito de violetas que aparece de la nada en uno de los mausoleos de las Hermanas de la Caridad, un enigma que ha acompañado a las personas que visitan este punto.
Vea más de este recorrido en el video adjunto.