POR José Miguel Cruz | 3 de diciembre de 2024, 18:55 PM

En el corazón de Oreamuno, Cartago, Mario Flores, un amante de las plantas y la tradición artesanal, guarda un tesoro botánico que ha asombrado al mundo: la orquídea más pequeña conocida hasta ahora. Esta diminuta joya, cuyo nombre científico es Platystele jungermannioides, mide tan solo dos milímetros de diámetro. 

Fue descubierta por expertos del Jardín Botánico Lankester de la Universidad de Costa Rica, reafirmando la riqueza de la biodiversidad costarricense (repase la información completa en el video adjunto). 

En su vivero, Flores no solo cultiva esta minúscula maravilla, sino también otras especies de orquídeas, convirtiendo su espacio en un santuario para los amantes de estas plantas. La Platystele jungermannioides, a pesar de su tamaño, fascina por su forma perfecta y por ser un símbolo del esplendor de la naturaleza en miniatura.

Además de su pasión por la flora, ha perfeccionado una habilidad que ha pasado de generación en generación: la creación de canastos. Utilizando bejuco, alambre y otros materiales, combina la tradición con la innovación para elaborar piezas únicas que reflejan el ingenio y el esfuerzo de las comunidades cartaginesas.

Visitar el vivero de este hombre no solo es una oportunidad para admirar la orquídea más pequeña del mundo, sino también para aprender sobre la artesanía local y llevar a casa un recuerdo auténtico. 

Si desea más información o contactar a Flores, puede llamarlo al teléfono 8960-9572.

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