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"Shanty" es uno de los últimos 'calypsonian' de Limón
Desde hace 40 años, Reinaldo Augusto Kenton se dedica a poner alegría por medio del calipso.
Hoy dedicamos un espacio de Más Que Noticias para conocer más sobre las personas que iniciaron en el camino para convertirse en músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional mediante el Instituto Nacional de la Música, así como la huella que han dejado estos herederos de la tradición que se consolidó hace medio siglo y que se transmitirá hacia las nuevas generaciones de músicos latinoamericanos en los años venideros.
Para ello, conversamos con su director, el maestro Marvin Araya, quien es el vivo ejemplo de la huella de esta institución, a la cual ingresó con apenas siete años de edad y misma que, cuando él no contó con la oportunidad de realizar sus estudios fuera del país, le proporcionó la educación y los grandes maestros a quienes hoy atribuye su conocimiento y formación musical.
Este gran sueño musical fue liderado por Guido Sáenz, quien se convirtió en el primer Ministro de Cultura de Costa Rica en la década de los setenta, y quien sentó las bases de la idea que ejecutó el director Gerald Brown en el año de 1972 para hacer este sueño posible.
“Este 50 aniversario significa la celebración de la revolución musical más importante de nuestro país y una de las revoluciones más importantes de América Latina. Han pasado 50 años, vendrán otros 50, estamos sembrando una nueva generación. Estamos depositando la esperanza de la cultura en un nuevo terreno, estamos sembrando para el futuro, para que nunca nos haga falta, para seguir liderando el espíritu transformador”, asegura Víctor Fonseca, actual director académico del Instituto Nacional de la Música.
Repase la historia de esta gran institución musical en nuestro país, incluyendo algunos de sus principales logros y espectáculos, en el video adjunto a esta nota.