Esta joven se enfrentó a las dificultades de una condición severa con la ayuda del violín

Aprender a tocar violín le permitió a María Fernanda Alvarado levantarse de una silla de ruedas; tras ser diagnosticada con el síndrome de elasticidad severa que la mantuvo postrada durante dos años, enfocó sus energías hacia una pasión por aprender y dominar el violín, el instrumento que asegura le “inyectó vida”.

Esta violinista es una de las integrantes de la Camerata San Carlos, la primera orquesta de violines de la zona norte. Tanto ella como los demás integrantes de esta orquesta tienen grandes historias y testimonios que contar, de los cuales una parte clave ha sido este instrumento de cuatro cuerdas. Todos profesan su amor por el violín con un gran agradecimiento, y aseguran que marcó un antes y un después en sus vidas.

En el video adjunto, les contamos todo sobre este grupo de niños y adolescentes sancarleños cuya perseverancia, sin duda, los marcará.

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