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Presidente surcoreano ausente de interrogatorio con organismo anticorrupción
Yoon Suk-yeol ya había faltado a una citación con la Fiscalía. De no acudir antes del 21 de diciembre, podría ser arrestado.
El equipo jurídico del presidente surcoreano destituido, Yoon Suk Yeol, argumentó el jueves que este no cometió una insurrección al imponer durante unas horas una controvertida ley marcial este mes.
La Asamblea Nacional aprobó el sábado la destitución de Yoon, que ahora debe ser ratificada en un plazo de seis meses por el Tribunal Constitucional, por los hechos ocurridos en la noche del 3 al 4 de diciembre.
Cerca de medianoche, Yoon anunció en un discurso televisado la aplicación de la ley marcial por primera vez desde la instauración de la democracia en los años 1980 y envió soldados y helicópteros a la Asamblea Nacional.
Después de varias horas de tensión y estupor, con fuertes protestas en la calle, el dirigente conservador se echó atrás después de que los diputados opositores consiguieran entrar en el parlamento y votar en contra de la ley.
Él y su entorno se enfrentan ahora a sendas investigaciones por corrupción de la fiscalía y de un equipo especial de la policía, el Ministerio de Defensa y oficiales anticorrupción.
"¿En qué lugar del mundo un líder declara una insurrección durante una rueda de prensa en directo?", dijo Seok Dong-hyeon, portavoz del equipo de defensa de Yoon, durante un encuentro con prensa en Seúl.
También afirmó que el presidente destituido está "seguro y confiado" de combatir las acusaciones ante los tribunales.
Yoon y varios de sus colaboradores se enfrentan a una posible cadena perpetua o pena de muerte si son declarados culpables. Por ahora tiene prohibido viajar al extranjero.