Internacional
Crece ansiedad en crucero varado por coronavirus
El Grand Princess, que partió de San Francisco, interrumpió su recorrido de dos semanas luego de que algunos de sus 3.533 pasajeros y tripulantes presentaran síntomas
El número de casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos superó los 550, en tanto el presidente Donald Trump defendió la "perfectamente coordinada" respuesta de su gobierno a una emergencia sanitaria que obligó este domingo a cancelar el torneo de tenis de Indian Wells.
El virus llegó a 30 estados de los 50 del país, con saldo de al menos 21 muertos, mientras la capital anunció su primer caso el sábado y millones de personas en California, Nueva York y más recientemente Oregon están bajo estado de emergencia.
También seguía este domingo varado por cuarto día en las costas de California el crucero Grand Princess, donde hay 21 infectados entre las 3.500 personas a bordo, y se espera su desembarco en Oakland el lunes.
Un recuento de Johns Hopkins elevó a 554 el número de casos tras la confirmación de diagnósticos en Pensilvania, Illinois, Massachusetts, Connecticut y Nueva Jersey.
En ese marco, se canceló el torneo de Indian Wells del circuito ATP y WTA, uno de los más importantes del calendario del tenis mundial, que debía comenzar el lunes en California.
Trump, acusado de entregar información errónea sobre el brote, fustigó en Twitter a los medios al considerar que sus críticas buscan que su gobierno "se vea mal" por el número de contagios.
"Tenemos un plan perfectamente coordinado y ajustado en la Casa Blanca para nuestro ataque contra el coronavirus", tuiteó.
"Actuamos de manera muy temprana para cerrar fronteras en ciertas áreas, lo cual fue un regalo del cielo. El vicepresidente (Mike Pence) está haciendo un gran trabajo. Los medios de noticias falsas están haciendo todo lo posible para que nos veamos mal. ¡Triste!".
Pero Larry Hogan, el gobernador republicano de Maryland, criticó los mensajes de Trump en torno al brote. El presidente "no se ha comunicado de la forma en que yo lo haría, y en la forma en que me gustaría que lo hiciera", dijo a NBC.
Trump ha sido fuertemente criticado por contradecir repetidamente los lineamientos de los expertos de su administración en sus pronunciamientos públicos sobre el coronavirus.
El senador republicano Ted Cruz, por su lado, anunció que decidió permanecer en cuarentena en su residencia de Texas tras estrechar la mano de una persona contagiada en la Conferencia de Acción Política Conservadores (CPAC) cerca de Washington el mes pasado y a la que también asistieron Trump y Pence.
"Difícil" operación de desembarco
En tanto, funcionarios médicos se disponían a abordar el crucero Grand Princess para controlar a los pasajeros previo a una operación de desembarco "difícil y sin precedentes" prevista para el lunes en Oakland.
Carolyn Wright, una pasajera del Grand Princess, dijo a la AFP que las personas sin síntomas pudieron salir este domingo de sus camarotes por primera vez desde el jueves.
La operación para llevar a los pasajeros a tierra demandará dos o tres días, dijo gobernador de California, Gavin Newsom, en una conferencia de prensa.
Los pasajeros serán trasladados a hospitales para recibir tratamiento o a "instalaciones de aislamiento" federales en California, Texas y Georgia, dijeron el domingo funcionarios.
Varios cientos de pasajeros extranjeros serán repatriados a sus países.
El Regal Princess -otro crucero de la misma compañía- permanecía este domingo, según trascendidos, frente a las costas de Florida.
Críticas al presidente
Trump ha minimizado la amenaza planteada por la epidemia, que ha matado a más de 3.500 personas desde que surgió en China, sugiriendo que los casos estaban "disminuyendo sustancialmente, no subiendo".
También prometió falsamente que pronto estaría disponible una vacuna y aseguró, sin tener pruebas, que la estimación oficial de la tasa de mortalidad era "falsa".
Desde principios de febrero, el gobierno de Trump se enfocó en bloquear los viajes desde China e imponer cuarentenas en un esfuerzo por mantener el virus fuera de Estados Unidos.
Los epidemiólogos aseguran que el esfuerzo de contención inicial puede haber retrasado la llegada del virus, pero acusan a la Casa Blanca de perder el tiempo con una estrategia más bien ligada a la narrativa política que a la preparación interna.
La principal queja ha sido que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) desarrollan sus propios kits defectuosos para realizar las pruebas, en lugar de utilizar los aprobados por la Organización Mundial de la Salud. Los críticos también señalan profundos recortes en los CDC.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo a NBC que los funcionarios estaban "acelerando drásticamente" las pruebas de coronavirus.
Le dijo a Fox News que no se podía descartar la posibilidad de seguir el ejemplo de Italia y poner en cuarentena a grandes sectores del país: "No quieres alarmar a la gente pero, dada la propagación que hemos visto, todo es posible".