SABANA
¿Tomos o grapas?: El dilema de todo coleccionista de cómics
Es importante siempre analizar qué es lo que más conviene para tener un balance en la colección, ambas opciones son buenas y se adaptan al espacio, presupuesto y gustos.
Por Costa Rica Comic Club
¿Se ha puesto a pensar qué pasaría si ese cómic tan querido de su colección tuviera la posibilidad de ser preservado durante años en el estado en el que lo tiene actualmente? Le alegrará saber que existe una opción para que esto sea posible con compañías especializadas que se dedican exclusivamente a ello.
La certificación de cómics hace referencia al proceso al que es sometido un ejemplar para lograr una calificación sobre su estado, para ello se hace una extensa revisión de la pieza, tanto una inspección interna como externa, para así dar una nota o grado que va en la escala de 0 a 10.
A continuación, detallamos el paso a paso del proceso de graduación de los cómics:
Recepción: este es el primer paso del proceso y en él se hace la revisión de la pieza por un profesional de la organización.
Graduación: la revisión pasa a un nivel de mayor profundidad (se revisan dobleces, marcas, huellas, entre otras); además, en los casos donde la pieza está firmada y según las exigencias de la compañía certificadora, se requerirá de un testigo para validar la firma.
Encapsulación: aquí se colocan todos los datos de la pieza en una etiqueta (nombre, datos del cómic, fecha, entre otros); se selecciona el color de la etiqueta que irá en función de los atributos descritos anteriormente y de ahí se procede a encerrar la pieza en un acrílico especial mediante un sello al vacío para que finalmente se envíe la pieza al destinatario.
Existen muchas compañías especializadas que trabajan en el mercado de la certificación de cómics, entre ellas Certified Guaranty Company (CGC), Professional Grading Experts (PGX), Comic Book Certification Services (CBCS) por mencionar algunas; el fin es el mismo, pero se diferencian por los requisitos que solicitan para el proceso de certificado de ejemplares.
Por otra parte, si el cómic queda encapsulado en un acrílico, ¿habrá manera de poder leerlo de nuevo? La respuesta es no. Una vez sellada al vacío, la pieza nunca más podrá salir de ahí, al menos que sufra algún accidente como una caída, un golpe muy fuerte o que, por decisión propia, se rompa el encapsulado para liberar el cómic nuevamente.
Hay personas que disfrutan de tener una colección de ejemplares completamente encapsulada, pero también hay coleccionistas que concuerdan en que el cómic es para ser leído y manipulado para poder disfrutarlo viendo las viñetas, el interior de sus artes y leyendo las maravillosas historias que residen en sus páginas.
Esto ha creado una brecha entre los coleccionistas, quienes se dividen entre los que apoyan mantener sus colecciones certificadas y los que prefieren tener sus cómics sin este adicional para poder manipular las piezas a su gusto.
Ciertamente, ambas opciones tienen sus puntos buenos y depende mucho del criterio de cada persona cuál es el camino a seguir, lo que sí es seguro es que un cómic certificado o graduado podría ser preservado para la posteridad como una pieza de museo.