POR Ignacio Santos | 7 de octubre de 2020, 21:01 PM

“Podemos estar a favor o en contra del Gobierno.

Podemos estar a favor o en contra de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Podemos estar a favor o en contra de la venta de activos del estado.

Podemos estar a favor o en contra de la opinión de nuestro prójimo.

Sin embargo, en estos momentos, si algo debe unirnos a todos, a todos los que deseamos lo mejor para el país, desde las más diversas posiciones, a todos los que creemos en resolver nuestras diferencias a través del dialogo responsable y la practica democrática de aceptar la decisión de la mayoría; si algo debe unirnos hoy a usted y a mí, a pesar de nuestras diferencias, por profundas que sean, si algo debe unirnos a todos es el respeto a la ley.

Cuando se irrespeta la ley, cuando se ignora la ley, cuando se antepone lo que me conviene a lo que establece la ley, estamos abriendo la puerta a la violencia, a la crueldad, a la arbitrariedad, al abuso, a la entronización de la fuerza sobre la razón.  Ese es el camino que lleva a la tragedia desde a un ser humano hasta todo un pueblo.

Y sí, puede haber leyes imperfectas, anacrónicas, leyes que favorecen a unos pocos y perjudican a muchos.  Las hay, como hay personas buenas y personas malas. Esas leyes criticables deben combatirse, pero dentro del marco que establece la ley.

Bienvenidas las deseables y enriquecedoras diferencias, el debate intenso pero respetuoso. Sin embargo, estamos en un momento en que desde el gobierno hasta cada uno de nosotros debemos reafirmar nuestro compromiso con el respeto a la constitución y las leyes. El camino contrario solo conduce al caos, a la violencia, al irrespeto de los más elementales derechos humanos y al agravamiento irreversible de los gravísimos problemas que sufre nuestro país. Es un camino que no merece nuestro país”.