Periodista: Joshua Quesada.
Los precios de los medicamentos subieron hasta un 5,7% en los últimos dos años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Esto lleva a muchas familias a buscar alternativas más baratas para continuar con su tratamiento; por eso, los genéricos surgen como una buena idea.
Sin embargo, antes de buscar la opción genérica del medicamento que requiere tenga presentes las diferencias entre ambos. Los “originales” pasaron por un extenso proceso para desarrollarlos, gracias a esto tienen una patente de 20 años y su precio es mayor.
Una vez la patente expira, pueden utilizar la misma molécula activa de este fármaco para crear el genérico: al requerir menos pruebas, su costo es menor. Así lo comprobamos, con un sencillo ejemplo: entre un acetaminofén genérico y uno original existe una diferencia de ¢600.
A pesar de que cuentan con el mismo producto activo, los genéricos podrían tener efectos adversos como malestares estomacales o alergias, esto porque utilizan otras sustancias para acercarse a la forma del auténtico.
“Los medicamentos genéricos deben demostrar que tienen la misma eficacia que los originales ante el Ministerio de Salud para permitir su venta en el mercado”, explicó Milania Rocha, directora del Centro Nacional de Información de Medicamentos de la Universidad de Costa Rica (CIMED-UCR).
Por eso es ideal que siempre consulte con un médico sobre el uso de los fármacos genéricos.