POR Calle 7 Redacción | 26 de abril de 2023, 16:04 PM

Periodista: David Sibaja

La historia de una mujer a quien, para garantizar su seguridad, llamaremos “Sofía”, representa la realidad de cientos de mujeres en el país. 

Sofía rompió una relación sentimental hace dos años y, poco después, empezó a recibir mensajes con palabras groseras de su expareja. Sin embargo, la situación se fue agravando hasta el punto en el que llegó a recibir amenazas de muerte.

“Hubo un comentario que él me hizo. Me dijo que si yo me divorciaba de él y me hacía de otra pareja, que me mataría a mí, a la otra persona, y que luego se mataba él”, relata en el video adjunto.

Su caso ejemplifica lo que viven cientos de víctimas de violencia doméstica en Costa Rica. De hecho, según datos del Observatorio de Género del Poder Judicial, un promedio de 136 personas al día acuden a los juzgados para solicitar medidas de protección.

“Los procesos de violencia doméstica son procesos cautelares, es decir, de protección. Lo que se procura es proteger a la persona que denuncia y por eso, una vez recibida la denuncia, se dictan de inmediato las medidas de protección”, explicó el abogado Ewald Acuña.

Según la Ley Contra la Violencia Doméstica, existen 18 diferentes tipos de medidas cautelares contra los agresores. Entre las más comunes están las que obligan al agresor a salir de la casa donde vive la víctima, o las que le permiten a las afectadas solicitar un nuevo domicilio; también pueden pedirle pensión alimentaria al agresor y prohibirle el acercamiento. 

La mayoría de estas medidas suelen ser temporales y están siempre sujetas al análisis y a un proceso de renovación anual.

En promedio, desde 2017 y hasta la fecha, los juzgados han recibido cerca de 47 mil denuncias por violencia doméstica al año.

En el 80% de estos casos, las víctimas son mujeres, la mayoría en edades entre los 27 y 35 años. Muchas de ellas dependen económicamente de sus agresores, razón por la cual una gran mayoría se ve obligada a aguantar las agresiones o ceder a la situación en silencio.

“Para una víctima no es suficiente que le entreguen un documento para sentirse segura; muchas de ellas no saben leer, no saben escribir, no saben qué es la violencia doméstica. 

"Necesitamos un abordaje integral, que la víctima sepa que tiene un apoyo psicológico que la va a sacar de ese círculo de violencia, que sepa que tiene apoyo económico para salir de la casa con sus hijos, esa es la única forma en la que vamos a impedir que sigan creciendo estas denuncias”, explica Angie Arce, abogada penalista.

La ley señala que las medidas de protección por violencia doméstica no podrán ser mayores a un año, de hecho, solo se otorgan por plazos de seis meses y, si la víctima lo solicita, se pueden renovar una única vez por seis meses adicionales.

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