POR Adrián Fallas | 10 de junio de 2023, 9:56 AM

Los New York Mets que ganaron la Serie Mundial de 1986 estaban llenos de jugadores talentosos. Lenny Dykstra, Keith Hernandez, Gary Carter, Roger McDowell, Jesse Orosco y Mookie Wilson, entre otros, bajo las órdenes de Davey Johnson, formaban una planilla de lujo. Pero las joyas de la corona eran dos jóvenes talentos: Darryl Strawberry y Dwight Gooden.

Cuando concluía la campaña que los vio vencer a los Boston Red Sox en la final de las Grandes Ligas, todo apuntaba a unos Mets que se consolidaban en las páginas de la historia y a una carrera prometedora para Strawberry y Gooden terminando en el Salón de la Fama.

Nada de esto sucedió.

Gooden, un lanzador diestro, con una bola rápida endiablada, vio como las drogas fueron destruyendo su carrera.

Para la temporada del 86, su velocidad comenzó a desaparecer misteriosamente ante los ojos del público. La explicación no tardó en llegar.

El mismo jugador aceptó, una vez retirado, que no participó del desfile por las calles de la Gran Manzana para celebrar el campeonato porque estaba drogándose en la casa de su vendedor de confianza.

En diciembre de ese año fue arrestado en Tampa, Florida, y acusado de resistirse al arresto con violencia, agresión a un oficial de policía y alteración del orden público.


No fue la última vez que apareció ante un juez.

Fue a la corte en 2002, 2005, 2006, 2010 y junio 2019 por posesión de cocaína y, en julio del mismo año, por conducir bajo la influencia de sustancias.

El jonronero

Midiendo casi dos metros y con un físico impresionante, Strawberry, era capaz de mandar cualquier pelota sobre la cerca.

Conectó 27 vuelacercas en el año que los Mets fueron campeones y remolcó 93 carreras. Terminó su carrera con 335 jonrones y 1.000 impulsadas, pero queda la duda sobre qué pudo pasar.


Tres veces en su carrera fue suspendido por las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), todas por abuso de sustancias prohibidas.

Su entrenador en los Mets, Johnson, lo acusó de no esforzarse, ya que su talento natural era suficiente para destacar.

También se hizo asiduo de los juzgados y en dos ocasiones ha servido tiempo en la cárcel.

Con los rivales

Los New York Yankees son todo lo que los Mets no son. Siempre son favoritos, son el equipo grande en la gran ciudad y la suerte les persigue, no los deja atrás.

Desde que los Mets fueron campeones en el 86, por última vez en la historia, los Mulos han ganado el trofeo cinco veces, para llegar a la cuenta de 27, superando por 25 triunfos a los obtenidos por el otro equipo de Nueva York.

Gooden, además de su medalla en el 86, se dejó la del 2000. Straberry sumó títulos en el 96 y el 99. Ambos ganaron la Serie Mundial con los Yankees.

Para que todo sea más doloroso para la sufrida fanaticada de los Metropolitans, el segundo trofeo de Gooden llegó contra los mismísimos Mets.

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