Residentes del famoso archipiélago español se lanzaron a las calles contra un modelo de desarrollo turístico que, dicen, es perjudicial para el medio ambiente y para su estilo de vida.
Al menos 311 personas murieron o desaparecieron durante el primer semestre del año en el Atlántico intentando llegar a las islas españolas de Canarias.
Un total de 61 personas se encontraban a bordo de la embarcación neumática, que se dirigía hacia el archipiélago español de las islas Canarias.
El Cumbre Vieja entró en fase eruptiva el 19 de septiembre, cuando emitió espectaculares ríos de lava que iniciaron un lento descenso hasta alcanzar el mar.
España es una de las principales puertas de la emigración a Europa; para alcanzar las Canarias, las embarcaciones, generalmente pequeñas y sobrecargadas, hacen frente a corrientes particularmente fuertes.
La embarcación fue localizada anoche por los servicios españoles de salvamento marítimo.
La nueva colada de lava, más fluida que las anteriores, avanza rápidamente hacia el municipio de Tazacorte y se sitúa a unos 1.000 metros del mar.
Gracias a la ayuda de cientos de voluntarios, los animales han sido rescatados de las inclemencias de la lava generada por el volcán Cumbre Vieja.
Se espera que la lava lanzada por el volcán Cumbre Vieja llegue al océano próximamente. Al tocar el agua, producirá gases tóxicos, perjudiciales para la salud.
La lava "se come literalmente viviendas, infraestructuras, cultivos que va encontrando a su camino hacia la costa del valle de Aridane", explicó el presidente de la administración local.
Un récord de 8.157 inmigrantes irregulares llegaron al archipiélago español de Canarias en noviembre, en lo que sería la cifra mensual más alta jamás registrada.
Diez ocupantes de la patera naufragada siguen en estado grave, según informó el ministerio del Interior mauritano en un comunicado.
