Por Susana Peña Nassar |26 de diciembre de 2024, 15:30 PM

Nayarit López tiene 23 años, pero desde los 17 vive con una enfermedad reumática: el lupus eritematoso sistémico.

Seis años después de recibir el diagnóstico, que llegó durante unas vacaciones del colegio, ella entiende perfectamente lo que pasa en su cuerpo: “Mi sistema inmunológico no funciona, entonces él mismo ataca mi cuerpo. Ataca órganos sanos; por ejemplo, en mi caso me ha atacado la tiroides, mi glándula tiroidea no funciona y tengo que tomar las hormonas”.

A este padecimiento se une el síndrome antifosfolípido, también autoinmune, que le provoca la formación de coágulos de sangre anormales y la obliga a recibir tratamiento anticoagulante. Fue así, precisamente, como los médicos descubrieron que algo no andaba bien.

López compartió su testimonio con el programa Su Salud, de Teletica.com. Asegura que un día se fue a dormir y amaneció con el brazo “completamente morado” y con un aspecto semejante al mármol.

“Me llevaron a Emergencias, pero con el tratamiento no disminuía ni el color ni nada. Me realizaron un ultrasonido y se dieron cuenta de que tenía dos coágulos. Estuve internada, aproximadamente, una semana. Me realizaron un cateterismo para quitarme los coágulos y todos los días me realizaban diferentes exámenes para conocer cuál era la enfermedad que me los había generado, porque no tenía un historial clínico familiar”, relató la paciente.

El lupus eritematoso sistémico afecta, principalmente, a mujeres en edad reproductiva. Así lo explicó el doctor Mauricio Cordero, médico reumatólogo: hay nueve mujeres afectadas por cada hombre.

“Esa es la razón por la que aparece en mujeres jóvenes, después de los 15: las hormonas juegan un valor muy importante. 

“Los síntomas más relevantes a reconocer: manchas, brotes en la piel, caída de cabello, úlceras en la boca, un proceso de inflamación en las articulaciones. Y la enfermedad puede ir mucho más allá: podemos tener compromiso en el riñón, en el corazón”, detalló el especialista.​

Según Cordero, el tratamiento y las recomendaciones adecuadas, los pacientes pueden tener una vida normal: Nayarit es fiel reflejo de esto.

“Yo voy al gimnasio con normalidad, puedo realizar natación, cualquier deporte, mientras no sobrecargue el brazo, y mi vida la llevo normal. La verdad, trabajo, hago actividad física, puedo viajar sin problema, con mis cuidados. Mientras siga mi tratamiento y las indicaciones de los doctores, no tengo problema con la enfermedad”, concluyó. 

Puede repasar el programa completo sobre esta y otras enfermedades reumáticas que afectan a niños y jóvenes en el video adjunto o el siguiente enlace:

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