¿Por qué el Congreso no puede hacer nada contra plaga de mapaches en sus edificios?
Familias de estos animales ya tienen más de dos años de merodear por los viejos edificios de la Asamblea Legislativa, sin que sus ocupantes puedan hacer mayor cosa.
La Asamblea Legislativa se dice atada de manos para lidiar con la plaga de mapaches que afecta los viejos edificios del Congreso.
El director de Servicios Generales, Marlon Velásquez, confirmó que no pueden hacer nada contra estos animales, pues las autoridades ambientales les informaron que ese es su hábitat y que los edificios son parte de su corredor natural.
“Los mapaches han estado ubicándose en la cuadra donde está el Castillo Azul, Casa Rosada, el edificio central y el Sión. Nosotros, en un determinado momento, coordinamos con Senasa, se hicieron inspecciones y la conclusión a la que se llegó es que es una ruta natural de los mapaches y no se puede trasladar a ningún lado, es su hábitat.
“Entonces lo que hemos estado haciendo es implementar algunos planes para evitar que estén transitando por los edificios, por ejemplo, mantener los basureros cerrados y cerrar los servicios sanitarios en la noche para que no consuman agua, también que el personal no les esté dando comida, todo en aras de bajar las visitas, pero lo cierto es que ese es su hábitat y es inevitable, hay que aprender a convivir con ellos”, aseguró el director.
Velásquez defendió que no es que los animales estén viviendo dentro de los edificios, sino que merodean por sus pasillos, especialmente en horas de la noche.
Problema de recursos
Las viejas instalaciones del Congreso se mantienen ocupadas por personal administrativo, pues el plenario y los despachos de diputados están todos concentrados en el nuevo edificio de la Asamblea, ubicado a pocos metros de ahí.
Cuando se construyó ese nuevo inmueble, el Congreso también anunció los planes para renovar los viejos edificios patrimoniales y convertirlos en museos y otras áreas funcionales para el primer poder de la República.
Sin embargo, la mayoría de estos planes quedaron suspendidos tras la pandemia del COVID-19.
“El fideicomiso mobiliario con el que se construyó el nuevo edificio tiene como alcance también los edificios patrimoniales. Nosotros tenemos claro que hay que restaurar y reforzar estructuralmente, solo que cuando estábamos encaminados se vino lo del COVID y hubo que parar la inversión relacionada con estos edificios”, explicó Velásquez.
Ahora, según el director, el Congreso no ha logrado encontrar el espacio fiscal para incluir esos recursos dentro de un nuevo presupuesto, pues las inversiones en los edificios patrimoniales repercutirían en la cuota de arrendamiento que hoy pagan.
“Necesitamos tener condiciones adecuadas para poder invertir, hay que decirle al Ministerio Hacienda que necesitamos presupuestar un poquito más para poder hacer ese tipo de inversión, porque en el momento en que las hagamos aumentaría la cuota y eso obviamente incide en el presupuesto de la institución”, finalizó.
Velásquez aseguró que es imposible, ahora mismo, saber cuánto podrían incluir esos recursos dentro del presupuesto legislativo.