Uno de estos cinco vestidos será el elegido para la Virgen de Los Ángeles
Estas piezas fueron diseñadas y confeccionadas por devotos de la Diócesis de Tilarán-Liberia.
El esperado momento en que la imagen de la Virgen de Los Ángeles será vestida con un traje inspirado en la celebración de los 200 años de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica se acerca rápidamente.
El pasado sábado 13 de julio, monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, lideró el proceso de selección de los cinco vestidos finalistas, uno de los cuales será elegido para adornar a La Negrita en una ceremonia especial.
El ganador será uno de los diseños confeccionados por devotos de la Diócesis de Tilarán-Liberia. Será presentado el 1.º de agosto durante la Misa de Vestición, que se llevará a cabo en la Basílica Nuestra Señora de Los Ángeles, en Cartago.
Monseñor Salazar Mora presidió la selección de los cinco trajes finales de un total de 17 propuestas, que provinieron de diferentes parroquias de la provincia de Guanacaste y del cantón de Upala, Alajuela; áreas que forman parte de la Diócesis de Tilarán-Liberia.
Esta iniciativa no solo resalta la devoción y creatividad de los participantes, sino que también celebra un evento histórico crucial para Costa Rica, uniendo la fe y el patriotismo en un acto de gran significado cultural y religioso.
¿Cuándo nace la idea de que los feligreses vistan a La Negrita?
La tradición de vestir a la Virgen de Los Ángeles en Costa Rica se remonta a principios del siglo XX. Aunque la imagen fue encontrada en 1635, la práctica de vestirla comenzó mucho después. Según registros históricos, esta tradición se estableció firmemente en la década de 1920.
La iniciativa fue promovida por los feligreses y la Iglesia Católica como una forma de rendir homenaje a la Virgen y expresar la devoción del pueblo costarricense. Con el tiempo, se ha convertido en una parte integral de las celebraciones en su honor, particularmente durante su festividad del 2 de agosto, cuando miles de peregrinos acuden a la Basílica para venerarla.
Cada año, la vestimenta de la Virgen es cuidadosamente seleccionada y suele ser confeccionada con detalles que reflejan la cultura y la fe del país.
