Por Stefanía Colombari 13 de septiembre de 2025, 8:20 AM

Costa Rica ha sido moldeada a lo largo de los siglos por figuras que dejaron huella en la historia, política, y el desarrollo social del país.  Personas han definido el rumbo de la nación y sus decisiones han repercutido más allá de su tiempo. 

En esta nota, presentamos una lista de siete figuras emblemáticas basada en el criterio que nos brindaron tres historiadores: Raúl Arias, Vladimir de la Cruz y Arnaldo Moya. 

Desde la defensa de la independencia, la consolidación de la democracia hasta la promoción de las garantías sociales y la modernización del país, estos personajes no solo marcaron su época, sino que dejaron un legado que sigue inspirando a nuevas generaciones. 

Además, se analizó, junto con Raúl Arias, el aporte que brindaron cada una de estas figuras.  

1. Juan Mora Fernández (1784–1854) 

 En orden cronológico, el primer personaje de suma importancia para la historia costarricense es Juan Mora Fernández, primer jefe de Estado y quien proclamó la independencia absoluta no solo de España, sino también de México en 1821.  

Porque recordemos que el acta del 29 de octubre firmada en Cartago nos unió al Imperio Mexicano. ¿Verdad? Es decir, se separó del gobierno español, así dice, pero nos unió al Imperio Mexicano. Entonces eso hizo que realmente no nos independizáramos y los liberales, como Juan Mora Fernández en San José y Alajuela, no quedaron contentos con esa acta porque nos salimos de un imperio para meternos en otro. De manera que ellos, San José y Alajuela, no reconocieron el acta del 29 de octubre del 21, indicó Arias. 

Es así como el 1 de noviembre, Juan Mora Fernández, convoca a toda la comunidad Josefina y proclamó la independencia absoluta de México y de España. 

Fue el prócer que nos separó del Imperio Mexicano y ya más adelante, como el primer jefe de Estado que crea el Estado de Costa Rica en setiembre de 1824. Ahí él hace un decreto, el decreto número cinco, donde él dice que Costa Rica, a partir de ese momento, 24 de setiembre de 1824, pasa a ser el Estado libre e independiente de España, México y cualquier otra potencia o nación”, explicó Arias. 

 

2. Gregorio José Ramírez (1796 – 1823) 

Cuando San José y Alajuela no reconocieron el acta del 29 de octubre de 1821, Cartago comenzó a presionar para que ambos aceptaran a Iturbide, de México, como emperador. Esa tensión desembocó en marzo de 1823 en un levantamiento armado. 

“En 1823, el 29 de marzo, los cartagos se arman, rompen los candados del cuartel de Cartago y entonces se vienen para San José armados de fusiles y espadas y lo que encuentran. Según ellos, iban a obligar a Juan Mora Fernández y a los josefinos a unirse al Imperio Mexicano”, explicó Arias. 

Ante este escenario, Juan Mora Fernández encomendó la defensa a Gregorio José Ramírez, quien tenía experiencia militar porque había participado en la guerra de independencia de Perú bajo el mando del general San Martín. 

“Gregorio José Ramírez conocía muy bien las estrategias militares y entonces él, como encargado de las tropas de San José y Alajuela, se encuentra con los cartagos en Ochomogo, con la batalla de Ochomogo. Los vencen en poco más de una hora de batalla y ahí es donde José Ramírez logra consolidar ese proceso de independencia que ya Juan Mora Fernández había proclamado antes en 1821”, relató el historiador. 

Tras la victoria, Ramírez proclamó a Costa Rica libre e independiente de México y de España, y promovió junto a Mora Fernández el traslado de la capital de Cartago a San José. 


3. Rafael Mora Porras (1814-1860) 

Juan Rafael Mora Porras, fue el presidente durante la Campaña Nacional de 1856-1857 contra los filibusteros liderados por William Walker.  

Su conducción política, militar y estratégica permitió que Costa Rica y la región defendieran su soberanía, libertad e independencia. Él asumió personalmente la organización del ejército costarricense, impulsó la unión centroamericana contra Walker y se mantuvo firme pese a las epidemias y dificultades económicas que trajo la guerra. 

 “Mora entendió muy bien el peligro y él se encargó de hacer las proclamas para luchar contra los ingleses, de llamar al ejército, de comprar las armas en Inglaterra, los fusiles Enfield 53, los cañones. Armó al ejército con armamento moderno, última tecnología, comprado en Inglaterra y fue el líder, sin lugar a duda, de todo Centroamérica en esa guerra que duró 14 meses”, explicó Arias. 

De acuerdo con los distintos historiadores consultados, el liderazgo de Mora Porras fue decisivo para expulsar a Walker de Centroamérica y evitar que el istmo cayera bajo un imperio esclavista. 

 

4. Faustino Montes de Oca (1810 –1878)

 Menos conocido que Mora Porras, pero igualmente crucial, Faustino Montes de Oca, se destacó en la batalla de Castillo Viejo, en el río San Juan, durante la Campaña del Tránsito, la cual es considera la batalla que verdaderamente liberó a Costa Rica de la conquista de William Walker.

Aunque nació en Rivas, Nicaraguadesde que se trasladó a vivir a Costa Rica se consideró un legítimo costarricense.  

“Faustino Montes de Oca fue comisionado para tener en su control la fortaleza de Castillo Viejo, que controlaba todo el río San Juan. Y a él le tocó luchar con solo 30 costarricenses contra 400 filibusteros de un tal coronel Titus, que lo atacó”, explicó Arias. 

La batalla se prolongó durante tres días, hasta que recibió refuerzos del general Mora. Gracias a su resistencia, los filibusteros no lograron tomar la fortaleza. 

“Si Faustino Montes de Oca no hubiera sostenido esa batalla heroicamente, el Castillo Viejo se hubiera convertido en el bastión de Walker otra vez y el río San Juan habría caído en manos filibusteras”, señaló. 

En reconocimiento, el propio presidente Mora lo declaró el héroe más importante de toda la guerra. 

 

5. Tomás Guardia Gutiérrez (1831–1882) 

 El general Tomás Guardia participó en la Campaña Nacional, pero su mayor legado llegó después, al instaurar la llamada República Liberal. 

Cuando los hermanos Montealegre (María, Mariano y Francisco) fusilan a Juan Rafael Mora en 1860, estos se alían con un grupo de militares y toman el poder durante 10 años. El historiador Raúl Arias explica que colocaron en el poder a dos personajes también importantes de la historia costarricense: Jesús Jiménez y José María Castro Madriz.

Pero Jiménez comienza a disentir de las medidas que querían instaurar los hermanos Montealegre, por lo que comienza un plan para derrocarlo y buscan así a Tomás Guardia para este objetivo, el cual cumple. Sin embargo, también informa a los Montealegre que no seguiría sus pautas y les da la oportunidad de salir del país. 

“Tomás Guardia los expulsa de Costa Rica, restaura el morismo y entonces crea lo que los historiadores llamamos la república liberal. O sea, el liberalismo tal y como lo conocemos, un liberalismo de Estado con todas las garantías económicas, con la libertad de culto, con la libertad de expresión que tenemos, lo instituye realmente Tomás Guardia Gutiérrez durante su gobierno del 70 a 1882 cuando muere”, explicó Arias. 

El historiador añadió que, como masón, Guardia impulsó la separación del poder político respecto a la Iglesia y fortaleció el sistema democrático y electoral. 


6. Rafael Ángel Calderón Guardia (1900–1970) 

El presidente Calderón Guardia introdujo uno de los proyectos sociales más trascendentes en la historia nacional: las Garantías Sociales y el Código de Trabajo. 

Estableció derechos como salario mínimo, jornada limitada y vacaciones pagadas; fundó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para garantizar salud pública accesible; fortaleció la educación pública y gratuita, y, junto con la Iglesia Católica, consolidó un enfoque humanitario en sus políticas, dejando un legado que mejoró significativamente la calidad de vida de la población.

“Calderón Guardia crea el Código de Trabajo, las Garantías Sociales y el Seguro Social contra viento y marea, porque muchos sectores lo adversaban, sectores empresariales, políticos estaban contra él”, explicó Arias. 


7. José Figueres Ferrer (1906–1990)

Líder de la Revolución de 1948, abolió el ejército y fundó la Segunda República. Sin embargo, para Arias su aporte más trascendental fue posterior a la guerra civil. 

“Lo importante para mí no es la Revolución del 48, sino una vez que él consolida al Partido Liberación Nacional y la Constitución del 49, Costa Rica entra en una fase de desarrollo que ya se adapta al siglo XX, un desarrollo ya procedente de un modelo económico moderno, un sistema económico competitivo, empresarial”, indicó. 

El historiador comentó que gracias a sus reformas, el acceso a la educación y la movilidad social se ampliaron por completo.

“Así como yo, la mayoría de los que nacimos en los 50 tuvimos una clara ventaja y posibilidades de estudio y de ascenso social”, afirmó. 

El impacto de estas siete personalidades va más allá de sus propios logros: configuraron el rumbo de Costa Rica y sentaron las bases de la nación que conocemos hoy. Cada decisión, cada batalla y cada reforma reflejó una visión de progreso, libertad y justicia que aún perdura




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