La historia detrás de la tradición de hacerle un vestido a La Negrita
La imagen de la Virgen siempre lleva un vestido de tela. Según explicó el rector de la Basílica de Los Ángeles, Miguel Adrián Rivera, la historia tiene un origen que parte de la funcionalidad.
La imagen de la Virgen de los Ángeles siempre lleva un vestido de tela. Esta tradición inició en Costa Rica desde hace décadas.
Según explicó el rector de la Basílica de Los Ángeles, Miguel Adrián Rivera, la historia tiene un origen que parte de la funcionalidad.
"La imagen de piedra de la virgen se reviste habitualmente con un manto metálico, entonces el movimiento y el roce entre la piedra y el manto metálico evidentemente generaba un deterioro en la imagen de la Negrita.
"Originalmente se pensó en colocar un vestido de una tela fina con algún bordado o decorado que aislara la imagen de piedra respecto al manto metálico", explicó.
En primera instancia, esta práctica se realizaba de manera privada en la Sacristía de la iglesia. Luego, se fue haciendo popular y las personas, de manera natural, empezaron a enviar sus propias interpretaciones de los vestidos para que la Virgen los portara.
"Se trata de una fiesta nacional y la Virgen no es de los obispos ni del párroco, sino que es del pueblo. Es popular, le apareció a una sencilla indígena Juana Pereira, para que la virgen estuviera en medio del pueblo", dijo Monseñor José Francisco Ulloa.
Con el paso del tiempo, los fieles siguieron enviando cada vez más diseños, y el obispo elegía personalmente cuál portaría la imagen de la Virgen de los Ángeles. Pero eso también cambió con el paso del tiempo.
"En algún momento la cantidad de vestidos se hizo inmanejable y se empezaron a escoger unos tres o cuatro modelos que se le colocaban a la Virgen para elegir el más adecuado, mientras que todos los vestidos que la gente traía se empezaron a bendecir en la celebración de la misa", explicó el padre.
Eso fue hasta el año anterior, cuando las autoridades eclesiásticas tomaron la decisión de otorgarle la posibilidad de hacerlo a una diócesis en función de la celebración religiosa que correspondiera cada año.
El año anterior le tocó a la Arquidiócesis de San José, ya que se celebraba el centenario de la creación de la provincia eclesiástica.
Este 2022 será la Diócesis de San Isidro del General la encargada de realizarlo para conmemorar el año jubilar en honor a San Isidro Labrador.