Experta señala aparente cadena de errores detrás del mortal ataque de perro en Pérez Zeledón
Tras la trágica muerte de un niño de dos años producto de una mordedura de perro, una etóloga analiza los errores más frecuentes que derivan en estos desenlaces y el manejo adecuado para evitarlos.
Este lunes trascendió la muerte de un menor de dos años producto del ataque de un pastor alemán en Pérez Zeledón.
Esta lamentable noticia ha despertado una conversación nacional en torno a los riesgos que se presentan cuando hay interacciones entre animales domésticos y menores. Un hecho que expertos en psicología animal como Alejandra Alvarado, Adiestradora Canina y Etóloga, ven con preocupación.
La etóloga se refirió a este caso, aunque advirtiendo que su conocimiento sobre el mismo se limita a la cobertura que se la ha dado en medios nacionales.
Alvarado le indicó a este medio que, según la información disponible, considera que el ataque podría atribuírsele a un error por parte de la familia del menor, la cual adoptó al animal hace tres meses.
Hace especial ahínco en los riesgos que existen detrás de las adopciones de algunos perros adultos, ya que los adoptantes desconocen las condiciones en las que vivía el animal, o si su conducta se había visto afectada por algún trauma.
Pero no solo eso, también se debe garantizar una correcta transición del can al hogar.
"Parece que no hubo medidas que se deben de tomar con un perro nuevo, ¿qué se debe hacer? Empezar a caminar con él para que te conozca y jugar con él y así conocer la personalidad. Entonces, en este caso, entra un perro a una nueva casa y lo dejan en el patio con una familia que él no conoce.
"Según las noticias, el niño sale de frente gateando en una posición confrontativa ante los ojos del perro. El perro lo ve como una presa y pensó, ‘o él me ataca o yo lo ataco”, indicó la experta.
Alvarado también hace énfasis en la intervención que se realiza cuando ocurre un ataque de perro. En este caso, según la información disponible, la experta considera que no se intervino adecuadamente, ya que aparentemente terceros empezaron a golpear al perro para frenar el ataque, hecho que hizo que el animal se alterara más e incluso atacara a otras personas que estaban presentes.
“La gente, por lo general, los patea o les tira algo encima (en este caso el arco de una bicicleta). Si hubiéramos tenido una manguera con agua cerca, se la ponemos encima al perro para que sienta el ahogo y suelte a la presa o también se puede golpear las patas del perro para que pierda estabilidad y suelte al niño
”, explicó.
Sobre todo, Alvarado destaca que no se deben satanizar las interacciones entre perros y menores, puesto que existe una multitud de ejemplos para demostrar que, en gran parte de los casos, la interacción es sana.
Evite mordeduras
Ante este panorama, la experta reitera, primeramente, la importancia de conocer el historial de vida de los animales que se llevan al hogar. Si fue agredido, debe recibir un tratamiento especial para tratar sus traumas.
Lo ideal es conocer al perro en un ambiente neutro, pasearlo por un parque y jugar con él, de manera que se vaya familiarizando antes de ingresar a vivir a la vivienda.
Alvarado también recuerda la responsabilidad que asumen los propietarios cuando adoptan a una mascota, conscientes de la importancia de sacarlos a caminar, ya que el ejercicio les permite liberar estrés. Si el animal, al contrario, pasa sus días amarrado o en interiores, puede desarrollar problemas de conducta como la agresividad.
El perro no es un arma de defensa ni de seguridad en una casa, es un ser vivo, por lo que adoptar a un can conlleva también la responsabilidad de investigar sobre la raza y sus características previamente .
“Yo tengo clientes con pastores alemanes y tienen niños, y no les hacen absolutamente nada. Además, hay pastores alemanes en el Escuadrón de Ayuda de Educandogcr, que visita hogares de ancianos y clínicas. La educación es muy importante, es un tema serio y muy pocas personas lo implementan”, finalizó Alvarado con la intención de que no se satanice la raza.