Por Natalia Jiménez Segura |2 de mayo de 2023, 11:08 AM

Un pastor alemán adulto fue el animal que atacó y mató a un niño de 2 años, la mañana de este lunes, en Pérez Zeledón. 

El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) aseguró que, hoy mismo, su personal se trasladará al sitio para decomisarlo, junto a la Fuerza Pública, pero todavía no definen su futuro.

"Será trasladado para su posterior valoración por los profesionales que contamos en la institución, esto con el fin de valorar cuál fue el modo, el motivo y las razones del ataque causado", detalló Douglas Blanco, funcionario de la institución.

Ante ese panorama, surge una pregunta: ¿debería ser sacrificado tras el mortal incidente? Teletica.com conversó con tres expertos, quienes explicaron su punto de vista y coinciden en un criterio particular: el perro no tiene la culpa.

Alejandra Alvarado, adiestradora canina y etóloga, comentó que, en su opinión, fue una lamentable imprudencia de la familia y que el perro no debería pagar las consecuencias. Además, se debe tomar en cuenta que el animal llevaba apenas tres meses viviendo con ellos.

"Están integrando a un perro adulto a un ambiente que él no conoce. Entiendo que estaba amarrado, entonces el problema también es que no lo sacan a caminar, a hacer ejercicios, a que conozca a la familia.

"Yo no le aplicaría eutanasia, le daría la oportunidad de vivir porque no es culpa del animal. No sabemos qué le pasó antes al perro. No estoy de acuerdo con la eutanasia, porque se puede educar y rehabilitar y llevarlo a otra familia, siempre con educación", indicó. 

Por su parte, David Peiró, etólogo graduado de la Universidad Complutense de Madrid, explicó a este medio que, hasta que no se haga una investigación a profundidad, todas las posibilidades deben permanecer abiertas y no aplicar la eutanasia de manera inmediata. 

"No se puede dar un diagnóstico sin conocer bien la situación. En las estadísticas de mordedura, los niños son las víctimas más comunes por no tener la madurez de saber cómo acercarse a un perro. Hay que considerar la responsabilidad importante de los padres de no acostumbrar al perro a socializar con niños", expresó Peiró.

Según dijo, también es importante tomar en cuenta que el perro pudo haber tenido malas experiencias previas con menores de edad, además de que es posible que haya sido separado de su mamá antes de tiempo.

"La eutanasia no está fuera de las posibilidades, pero tiene que haber un debido proceso donde se consideren todas las opciones. Sin embargo, considero que es muy difícil que ese perro pueda volver a ser reinsertado como un perro normal, aunque tenga su proceso de adiestramiento y rehabilitación. Nunca podría volver a estar cerca de niños", concluyó. 

La Federación Canina de Costa Rica coincidió con este criterio y aseguró que los expertos necesitan al menos tres meses para tomar una decisión fundamentada.

"Considero que se debería llevar un debido proceso, como se hace en cualquier otro país desarrollado, en el que se evalúa al perro y se analiza si no hay manera de revertir esa conducta. De no haberla, sí será necesaria (la eutanasia)", dijo Rubén Rodríguez, presidente de la organización.

A pesar de esto, aseguran haber recibido información de que el can sería sacrificado este mismo martes.

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