Por Susana Peña Nassar |12 de agosto de 2024, 8:28 AM

Una bombera costarricense que esperaba tomar un vuelo de regreso a Costa Rica, en el Aeropuerto Internacional de Orlando, se convirtió en el “ángel” de una compatriota que dio a luz en la misma sala de abordaje.

Se trata de Anghis Murias, quien es voluntaria en la estación de Tibás desde hace tres años y medio, además de ser instructora en la Academia Nacional de Bomberos.

Bianca Zamora, la mujer a la que auxilió en el inesperado parto, solo tiene palabras de agradecimiento para Murias, quien nunca la dejó sola y le brindó la motivación que necesitaba en los momentos más críticos, aun cuando no sabía que también era tica.

“Anghis fue como un ángel que Dios me puso ese día, en ese momento, porque ella era la que me hablaba en español, la que me guiaba. Nunca me soltó la mano, desde que llegó, no recuerdo en qué momento lo hizo, pero ella me habló y me enfoqué únicamente en la voz y la cara de ella. 

“Fue vital en el proceso porque era la que le podía explicar a los paramédicos qué estaba pasando, me imagino que yo le decía: me duele, no puedo, no tengo fuerzas… Ella le explicaba a los paramédicos porque habla inglés, fue ese ángel que Dios puso en el momento, estar ahí, ir en el avión. Solo la podría describir así, como un ángel más en el proceso. Muy agradecida por el papel que tomó ese día, que fue clave”, expresó la mamá de Lukas a Teletica.com.​

Primer parto de su carrera

Mientras cargaba su teléfono en la sala de abordaje, debido al atraso del vuelo, Murias empezó a escuchar gritos que pedían ayuda de un médico o enfermero. Como nadie respondió al llamado, ella se acercó e indicó que era bombera, pero jamás imaginó que terminaría atendiendo un parto por primera vez en su vida, uno complejo, además.

“Todo fue muy loco, no te puedo decir qué sucedía alrededor, porque no estábamos concentrados en eso. Doña Bianca súper valiente, se preocupaba por sus hijos, que no la vieran en la situación en la que estaba. El papá nos ayudaba a sostener una de las piernas y otra señora, creo que es la mamá de una amiga de ella, nos ayudó a sostener la otra. 

“Aparte de venir invertido, Lukas venía en posición de Superman: un brazo arriba y otro abajo. Cuando llegamos a la parte de los hombros, se nos complicó un poquito: doña Bianca empezó a perder pulso, fuerzas, no teníamos todavía oxígeno ni camilla disponible, tampoco implementos de ningún tipo, estábamos el otro muchacho y yo con las manos, literalmente”, relató a este medio. 

La bombera voluntaria no puede determinar cuánto tiempo transcurrió con exactitud hasta el nacimiento de Lukas, calcula que unos 20 o 25 minutos, pero “se hicieron eternos”, sobre todo cuando notaron que el bebé tenía el cordón umbilical alrededor del cuello. 

“Doña Bianca perdió el conocimiento. Yo dejé la atención del bebé por un momento con el otro muchacho, y me subo donde ella, y le grité: por favor, despiértese, su hijo necesita que usted se despierte, por favor, la última fuerza para que su hijo salga, porque tiene la cabecita atrapada. Me le subí tanto encima y le grité tanto, que reaccionó, abrió los ojos y le pedí que me diera la última fuerza. Ya ella no tenía contracciones, pero me dio su último impulso, con todas sus fuerzas, y logramos sacar a Lukas”, añadió la funcionaria.

Tica dio a luz en aeropuerto de Orlando
Lukas nació de 30 semanas y requirió soporte en la UCI.

Encuentro de ticos

Todo lo relatado anteriormente ocurrió sin que Anghis Murias supiera que la persona a la que auxiliaba era su compatriota.

Luego del alumbramiento, el avión solo estaba esperando que ingresara la bombera para despegar. Antes de hacerlo, ella se aseguró de que los otros dos hijos de Zamora estuvieran acompañados y seguros. Ahí fue cuando se enteró de que se trataba de una familia de ticos, con la que intercambió números de teléfono.

“Yo llegué a Costa Rica a las 4:30 a. m. y a las 9:30 a. m., hora de Costa Rica, recibí un mensaje del papá, diciéndome que a Lukas lo habían logrado estabilizar”, dijo.

El “ángel” de Bianca y Lukas confiesa que siempre tuvo temor de enfrentarse a una atención como esta; pero, tras vivirla, le cambió la perspectiva. 

“Yo no soy muy creyente ni nada, pero solo Dios. Fue como algo del destino (…) Tal vez aquí la historia hubiera sido diferente, no sabemos, pero esto es muy loco: ellos no se lo esperaban y yo mucho menos, en un país donde muchos asumimos que la asistencia va a ser inmediata, y fue todo lo contrario. Pero es una experiencia que me reinició la vida, no me la esperaba, menos en las condiciones en las que se dio, y menos en otro país venir a recibir un bebé de papás ticos, una coincidencia gigante, gigantesca.

“Estamos esperando a Lukas, hace meses de meses, se nos ha hecho eterno. Estamos esperando que regrese, con todas las ansias del mundo, quiero que mi mamá lo conozca porque él es un milagro, es un milagro para todos acá y nos ha venido a cambiar la vida a todos, desde que nació, aparte de que nació entre bomberos”, concluyó Murias entre risas.

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