Por Eric Corrales |22 de septiembre de 2022, 15:30 PM

Considerado por algunos como un hombre adelantado a su época, Amando Céspedes Marín (1881- 1976) fue un costarricense apasionado por la tecnología de los años 20, cuando el término radio era poco conocido aquí.

En el contexto del especial de Beneméritos de la Patria que realiza Teletica.com con motivo del mes patrio, para recordar a personas e instituciones que dejaron huella y que avanzaron al país en distintos ámbitos, hoy retrataremos el legado de Céspedes Marín, considerado el padre de la radiodifusión y cinematografía de Costa Rica.

Él nació en San José, el 1.º de agosto de 1881, cuando comenzaba la gran revolución educativa y su modernización. Siendo un niño se trasladó a la provincia de Limón, ahí aprendió a hablar inglés, idioma que le sirvió de mucho en su profesión.

Estudió en el Liceo de Costa Rica, por un conflicto se escapó de la casa y se fue en barco a Nueva York; solo, se fue abriendo campo en aquella ciudad: se graduó como fotógrafo profesional en el Illinois College of Photograph.

A los 26 años, se estableció definitivamente en Costa Rica, primero en Limón, donde puso en práctica la profesión que aprendió en Estados Unidos, la fotografía.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Amando Céspedes Marín y su equipo fotográfico. Sinabi.go.cr.

Padre de la fotografía y el cine

Amando Céspedes fue el primer cineasta costarricense y también es considerado el primer camarógrafo profesional. En 1911, él y Manuel Gómez Miralles se convirtieron en los pioneros del cine en Costa Rica.

En 1912 empezó a hacer películas. Creó el Departamento de Fotografía de la República y diseñó la primera radioemisora de onda corta.

En 1920, se puso a estudiar Ciencias y eso lo llevó al campo de la radio; tres años después, captó las primeras señales radiales recibidas en el país por medio de antena de bambú.

En declaraciones de hace 11 años, del programa 7 Días de Teletica, Carlos Céspedes, su hijo, destacó que su padre “era una persona muy dedicada a su trabajo, muy amoroso con los hijos y con mamá. Me recuerdo siempre que le decía a mi madre que por qué cuando se dirigía a papá le decía señor, porque él era una persona que difundía mucho respeto, era muy dedicado y muy amigo también de ayudar a los más cercanos”.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Terremoto de Cartago, 1910. Fotografía: Amando Céspedes Marín. En: Fernández Guardia, León y Amado Céspedes Marín. The Cartago Earthquake. San José. Antonio Lehmann Printer. 1910.

En sus videos también quedó plasmada la vieja ciudad de San José, el Parque Central y la Catedral, las viejas cazadoras se alternaban con el tranvía, trayendo pasajeros a los cines Palace y Raventós, hoy el Teatro Melico Salazar.

En sus películas también aparece él mismo, desde muy joven, con pelo blanco y porte de gran señor, siempre de buen humor.

Su primera gran obra fue la filmación completa del Congreso Eucarístico, que se realizó en Cartago en 1917. También filmó la Heredia de entonces, donde sale el Mercado Central, el Fortín y juegos infantiles que visitaba con sus cuatro hijos.

Realizó los primeros noticieros nacionales: Los Céspedes Journal, a imagen del Pathé–Journal francés.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Amando con sus hijos Amando, Álvaro, Carlos y Lidylia. Reproducción de Eduardo Vega Arguijo (Eduardo Vega Arguijo).


En imágenes de archivo del programa 7 Días, la historiadora del cine, María Lourdes Cortés, explicó que “él fue el primero que hizo un noticiero en el país, que él llamaba El Céspedes Journal, lo hacía en el cine Variedades, armaba toda una serie de noticias”.

Su pasión por el cine lo llevó a fundar el Teatro Apolo en Cartago, que administró entre 1915 y 1919, trabajó en prensa escrita en varios medios de comunicación: su principal aporte es la creación de su propia revista, llamada Zenith, donde publicaba, entre otras, poesías de toda América y España. La revista, cuyo lema era “amistad y comprensión”, se imprimía a mano en un memeógrafo (instrumento de aquella época utilizado para hacer copias de papel escrito en grandes cantidades) que, se dice, le compró al inventor Thomas Alva Edison.

Reportaje de '7 Días' sobre Amando Céspedes



Fotografía en la cédula

Céspedes impulsó un cambio sin precedentes en nuestro sistema electoral: la introducción de la fotografía en la cédula de identidad.

Cortés aseguró que este benemérito no solo hizo un gran aporte en la fotografía, sino que “es el primer costarricense que filmó en Costa Rica, hasta el momento no se ha encontrado nadie como él en nuestro país, con tantos aportes”.

Primera radioemisora

La radio fue su más grande afición, que, como se mencionó anteriormente, le nació desde muy joven cuando se fue a Estados Unidos.

“Él encontró en el extranjero cómo hacer un transmisor y aplicó ese conocimiento para crear sus propios aparatos, ya que, en aquellos años, esos componentes no se producían en el mercado”, destacó Juan Sepúlveda, de la Cámara Nacional de Radio, en el reportaje de 7 Días.

El 24 de diciembre de 1927 se realizó la primera transmisión radial de onda larga. En la década de los 20, Céspedes logró mantener una comunicación fluida entre San José y San Pedro. Comenzó a transmitir su emisora N.R.H (N de Norteamérica, R por Costa Rica y H representaba a Heredia, su ciudad), luego comenzó la construcción de la emisión de onda corta. La primera persona en escucharla fue su esposa, Rosita Arias, quien estaba en el patio de la casa, luego en el Canal de Panamá, se extendió a Ecuador y, por último, en todo el mundo.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Río Grande de Térraba (Amando Céspedes Marín, 1921). Sinabi.

Conexión con la Antártida

Una anécdota que es mundialmente famosa fue la conversación con el almirante, explorador y aviador Richard E. Byrd, pionero en la conquista de la Antártida. Un día, desde el frío continente, su radio hizo contacto con la radio de Céspedes, en Costa Rica, ambos no podían creer que estuvieran conversando a tan larga distancia.

Al parecer, el explorador no podía entablar contacto con Estados Unidos, por lo que Céspedes le ayudó y envió las coordenadas a la frecuencia que el norteamericano le dio.

Se dice que, a su regreso del Polo Sur (1928-1929), el almirante Byrd viajó especialmente a Costa Rica para conocer y agradecer a Céspedes sus constantes comunicados de ayuda y servicio prestados, desinteresadamente, a la expedición.

De las cinco estaciones de onda corta que existían en el mundo, solo la de Amando operaba con 7.5 watts de potencia, las otras cuatro operaban con 30.000 y 50.000 watts, es por eso que nadie podía creer que una estación de 7.5 watts pudiera comunicarse con el Polo Sur y con Estados Unidos, incluso con Nueva Zelanda. Se dice que, además de Byrd, operadores de otras radios del mundo viajaron hasta Costa Rica para ver la radio estación “artesanal” del costarricense con sus propios ojos.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Asentamiento de Boruca (Amando Céspedes Marín, 1921). Sinabi.go.cr.

Nobel de la Paz

En 1971, el doctor Manuel A. Cassartelli, decano de la Universidad de Córdoba, Argentina, propuso a Céspedes para el premio Nobel de la Paz.

Según consta en el libro “Beneméritos de la Patria” de la Asamblea Legislativa, escrito por Felipe Fernández Rivera, el costarricense recibió un apoyo importante de la gente, más de 35 mil cartas llegaron la oficina del Secretario de Oslo. 

Hasta ese momento, Céspedes era el único propuesto; pero, al final, los motivos políticos del controvertido mundo le dieron el premio al canciller de Alemania, Billy Graham.

Amando Céspedes Marín, padre de la radiodifusión y cinematografía en Costa Rica
Tranvía en la ciudad de San José, 1901. Fotografía: Amando Céspedes Marín. En: Calderón Hernández, Próspero. Vistas de Costa Rica, San José, La República. 1901.

Benemérito de la Patria

Hace 40 años, tras reconocer sus grandes logros y aportes al país, el Gobierno de Costa Rica lo declara benemérito de la patria con el acuerdo número 2071, del 4 de agosto de 1981, publicado en el diario oficial La Gaceta el 26 de agosto de 1981, en su edición número 163.

La sede de la quinta emisora de onda corta en el mundo estaba ubicada al costado del Teatro Nacional, hoy en día solo queda una placa que recuerda ese sitio.

Sus hijos todavía conservan algunas de las cámaras fotográficas de su padre. En vida, Céspedes se trasladó a Atenas y después a Heredia, donde vivió el resto de su larga vida (94 años). Algunas de sus creaciones pasaron a manos de varios museos nacionales, sin embargo, la gran mayoría forma parte de las reliquias que hereda su familia.

Céspedes también fue declarado Benemérito de la Cultura en Buenos Aires, Argentina; diploma e insignia de Oro del Illinois College of Fotography Effingham, Estados Unidos, en 1900, y quinto lugar en el Salón Benedict de Nueva York, en 1904.

El 17 de mayo de 1976, a sus 94 años y tras contraer una gripe, Amando Céspedes Marín murió en su amada Heredia, cuatro años después de la muerte de su esposa Rosita.

Lamentablemente, en junio de 2021, la Municipalidad de Heredia autorizó la demolición de su casa por sus nuevos dueños, pues, pese al valor cultural e histórico, indicaron que nunca fue declarada patrimonio nacional.

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