Por Teletica.com Redacción |25 de septiembre de 2023, 19:12 PM

Por Rodolfo Rodríguez.

La noche del 23 de setiembre será inolvidable para los apasionados del heavy metal y el hard rock en español en Costa Rica. Después de una espera de 11 largos años, la legendaria banda argentina Rata Blanca regresó al país, desencadenando una oleada de emoción y expectación que inundó Pepper Club.

Desde las primeras horas del día, la magia del concierto se palpaba en el aire, con tres fervientes seguidores haciendo fila desde las 6 a. m. En medio del entusiasmo, las voces de los asistentes evocaron recuerdos de aquel primer concierto en 2003, que tuvo lugar en el antiguo Club Bash, ubicado en el barrio La California.

El reloj marcaba las 8 p. m., hora programada para el inicio del espectáculo. Slavon, banda costarricense, tomó el escenario para calentar al público con casi una hora de puro rock. Su presentación culminó con su emblemático tema Forbidden Desires, dejando al público ansioso por el plato fuerte de la noche, que había estado esperando pacientemente durante más de una década.

Más tarde, se empezaron a escuchar los golpes del bombo, y los técnicos de la banda argentina terminaban de hacer ajustes de sonido. A las 9:11 p. m., los gritos del público anunciaban la llegada de la agrupación al sitio.

Seguidamente, se bajaron las luces, empezó la clásica introducción instrumental y con una bandera de Costa Rica proyectada en el fondo del escenario entraba Rata Blanca a tarima, en medio de un grito eufórico al unísono por parte de todos los asistentes.

El concierto arrancó con Diario de una sombra, el primero de una lista interminable de éxitos que marcaron a varias generaciones. Temas como Sólo por amarte, Volviendo a casa, Guerrero del arcoíris, Amo del camino, Mujer amante y Chico callejero se sucedieron uno tras otro.

Hubo un intermedio instrumental seguido del clásico solo de guitarra de Walter Giardino, quien demostró por qué está clasificado como el número 14 en la lista de los 100 mejores guitarristas del rock argentino.

Con casi una hora y media de recital transcurrida, llegó el momento culminante de la noche: la interpretación épica de La leyenda del hada y el mago, donde Giardino hizo relucir su virtuosismo, con los solos de guitarra que lo hicieron famoso a nivel mundial y que se prestaron para comparaciones con el legendario guitarrista sueco Yngwie Malmsteen.

Entre la multitud, Jorge Zumbado, el músico costarricense más conocido como Mechas, expresó su admiración por Rata Blanca.

“Fiebrísimo de Rata Blanca desde carajillo, la verdad, me gusta mucho. No es el género que hago, pero es una de las bandas que puedo escuchar un par de discos completos en un día”, expresó el artista.

A pesar de los inconvenientes con el volumen del micrófono de Adrián Barilari (vocalista) durante gran parte del concierto, el público siguió disfrutando del espectáculo. En repetidas ocasiones, los asistentes expresaron su molestia, exigiendo que se solucionara el problema, aunque al parecer, se hizo caso omiso. Sin embargo, esto no logró empañar la felicidad de volver a presenciar el recital.

A las 11:04 p. m. la reunión metalera llegaba a su final, todos los miembros de la banda abrazados daban gracias al público tico que se mostró a la altura del espectáculo coreando todos los temas a más no poder, cerrando así una noche mágica llena de rock.

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