Víctor Obando: el alma del Hotel Tioga en Puntarenas
Con su calidez y vocación de servicio, se ganó el corazón de muchas personas, convirtiéndose en un ícono de la hospitalidad puntarenense.
Pocos nombres resuenan con tanto cariño en Puntarenas como el de Víctor Obando. Durante casi 60 años, fue el encargado de recibir a los visitantes en el emblemático Hotel Tioga, dejando una huella imborrable en locales y turistas dentro y fuera de Costa Rica (ver nota completa en el video adjunto).
“Antes, el Paseo de los Turistas era el Paseo Cortés, en honor a León Cortés. El turismo no lo conocía como lo llamamos hoy”, recuerda con nostalgia don Víctor, quien comenzó su trabajo en el hotel en 1963.
Con su calidez y vocación de servicio, se ganó el corazón de muchas personas, convirtiéndose en un ícono de la hospitalidad puntarenense.
“En los años de mayor auge, el Paseo de los Turistas era una época increíble. Todos nos visitaban y, en temporada alta, no cabía la gente”, rememora con emoción.
Obando ha sido testigo de la evolución de Puntarenas a lo largo de las décadas. Su historia es reflejo de cómo el auge del turismo ha transformado la provincia y de cómo, a través del servicio y la calidez humana, se pueden crear recuerdos inolvidables en quienes visitan este rincón del Pacífico costarricense.
