Por Juan Carlos Zumbado |6 de septiembre de 2024, 18:55 PM

En la comunidad de Pococí, Limón, vive un hombre cuya vida es un verdadero testimonio de resiliencia, creatividad y determinación. Pablo Fernández, un artesano ingenioso de 72 años, ha desafiado todas las expectativas y ha construido un legado de independencia y ayuda comunitaria que ha cambiado la vida de muchos a su alrededor.

Fernández nació en Montezuma, Puntarenas, y desde antes de nacer, su camino no fue fácil. Contrajo polio en el vientre de su madre, lo que afectó severamente su movilidad. 

Nació sin poder caminar y con limitada movilidad en las manos. A pesar de estos desafíos, él nunca dejó que sus limitaciones físicas definieran su vida. Se graduó con honores del colegio y más tarde estudió Contabilidad en Alajuela. Durante un tiempo, trabajó como recepcionista en Guatemala, demostrando que su inteligencia y capacidad para adaptarse no tenían límites (repase la información en la nota adjunta). 

Hace 30 años, se mudó a Guápiles, donde actualmente vive en un cuarto de alquiler. A lo largo de los años, ha desarrollado una gran habilidad como artesano. Su ingenio es evidente en la forma en que ha modificado su vehículo, utilizando tubos de PVC para crear un techo que lo protege de la lluvia y el viento, mostrando su capacidad para resolver problemas de manera creativa y práctica.


Antes de someterse a una operación que le proporcionó un poco más de movilidad, Pablo solía gatear para desplazarse. Sin embargo, su espíritu indomable lo llevó a crear algo mucho más grande que él mismo. Hace nueve años, fundó el Centro de Vida Independiente Kadota en Pococí, un espacio dedicado a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad.

La fundación Kadota actualmente beneficia a 19 personas, quienes encuentran en este centro un lugar para aprender, crecer y vivir de manera más autónoma. Con la ayuda de cerca de ocho asistentes capacitados por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la fundación proporciona un apoyo invaluable a sus beneficiarios. Los asistentes ayudan a ejecutar las decisiones que toman las personas con discapacidad, asegurando que tengan el control sobre sus propias vidas y promoviendo la verdadera independencia.


Si desea conocer más sobre el trabajo de Pablo Fernández o apoyar la labor del Centro de Vida Independiente Kadota, puede contactarlo al teléfono 8937-9215 o seguir las actividades de la fundación en sus redes sociales:Vida Independiente Kadota.

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