Por Johnny López |12 de noviembre de 2024, 18:55 PM

Michael Mora Solís es un ejemplo de superación, resiliencia y pasión. Vecino de Coronado, él no solo es un atleta paralímpico, sino también un símbolo de lucha y esperanza para todos aquellos que enfrentan adversidades.

Su historia, que comenzó con un giro inesperado del destino, ha inspirado a decenas de personas a encontrar fuerza en los momentos más oscuros (repase la historia completa en el video adjunto de Más que noticias).

“Desde el 2017, me convertí en atleta paralímpico en la disciplina de fútbol para personas ciegas. Es una dicha estar en otro país representando al nuestro, cantando el himno con el corazón agigantado por representar a nuestra Patria, ser bicampeones centroamericanos. Ha sido increíble", relata Mora, quien con una gran sonrisa refleja el orgullo y la emoción de los logros obtenidos junto a su equipo.

Sin embargo, lo que pocos saben es que esa felicidad y éxito llegaron después de atravesar un capítulo muy oscuro en su vida, uno que cambió su destino para siempre. Michael sufrió un accidente de tránsito en 2013 que lo dejó ciego. “Ahí empezó todo”, dice con humildad y determinación.

Todo ocurrió un 7 de setiembre. La tragedia, como él mismo la describe, fue el punto de quiebre en su vida, pero también el inicio de una nueva etapa llena de desafíos, aprendizaje y una profunda conexión con el deporte. 

"Lo irónico es que todo esto empezó a partir de un momento tan difícil, cuando me convertí en persona ciega. Pero fue justamente allí donde descubrí mi verdadero potencial, lo que me llevó a encontrar en el fútbol una nueva pasión y propósito. 

“Iba manejando y me quedé dormido, al chocar contra un poste, los vidrios del parabrisas provocaron serios daños en ambos ojos, lo que provocó primero que quedara con baja visión y después la pérdida total de la vista”, expresó.

El tiempo, como Mora reflexiona, ha adquirido un valor diferente en su vida. Ahora, cada minuto cuenta, cada entrenamiento es una oportunidad, y cada paso hacia su sueño de llegar a los Juegos Paralímpicos de 2028 se vive con la certeza de que nada es imposible.

Él y sus compañeros de la selección de fútbol paralímpica continúan entrenando con la mira puesta en el futuro, en la meta de lograr el ansiado cupo a los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028. El camino no será fácil, pero como Michael lo sabe, cada desafío es una oportunidad para demostrar su capacidad y, sobre todo, su amor por el deporte.

Si usted desea apoyar el esfuerzo de estos valientes atletas, puede comunicarse al teléfono 7287-9905.

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