Santa Cruz, la ciudad folclórica de Costa Rica
Se le conoce así por su dedicación a preservar y celebrar las tradiciones culturales, como la danza, la música y las festividades religiosas.
Ubicada en la provincia de Guanacaste, Santa Cruz es una ciudad con una rica historia y una vibrante cultura. Inicialmente, era un asentamiento indígena chorotega, un grupo que dejó una profunda huella en la región con sus tradiciones y costumbres.
Es conocida como la “Ciudad Folclórica” debido a su dedicación a preservar y celebrar las tradiciones culturales, como la danza, la música y las festividades religiosas (repase la nota completa en el video adjunto de Más que noticias).
Tierra de bailes y música tradicional
Una de las razones principales de este título es la celebración de la Fiesta de Santa Cruz, que se lleva a cabo cada enero. Esta festividad es una de las más importantes del país y combina elementos religiosos con manifestaciones culturales como bailes típicos, música tradicional, mascaradas y comidas típicas.
Durante este evento, la comunidad se une para rendir homenaje a su santo patrón, El Negrito de Esquipulas, y para celebrar con actividades que han sido transmitidas de generación en generación.
Además, Santa Cruz es un bastión de la danza y la música folclórica costarricense, especialmente del punto guanacasteco, que refleja la vida rural y las costumbres de la región. La ciudad también alberga varios grupos folclóricos que se dedican a mantener vivas estas tradiciones a través de presentaciones y talleres.
Custodios de arte centenario
Los alfareros de Guaitil, una pequeña comunidad situada en el cantón de Santa Cruz, son custodios de una tradición artesanal que se remonta a la época precolombina. Conocidos por su excepcional habilidad en la fabricación de cerámica, estos artesanos han mantenido y transmitido sus técnicas ancestrales.
Utilizando métodos tradicionales y materiales naturales, como el barro local y tintes naturales, los alfareros de Guaitil crean piezas únicas que reflejan la herencia cultural de los indígenas chorotegas. Sus productos, que incluyen jarrones, platos y figuras decorativas, no solo son apreciados por su belleza estética, sino también por su valor cultural e histórico.
La dedicación para preservar y promover el legado artesanal, artístico y gastronómico de Guanacaste ha convertido a Santa Cruz en un símbolo vivo de sus ricas tradiciones y, por eso, celebran en grande ser parte de lo que se conoció como “La Gran Nicoya”, y que ganaron los ticos gracias a la Anexión del Partido de Nicoya.