Por Juan Carlos Zumbado |12 de septiembre de 2024, 18:56 PM

En Dulce Nombre de Naranjo, Alajuela, vive una mujer que se ha convertido en el corazón de su familia y en motivo de orgullo para todos los liguistas. Marta Camacho, quien el pasado 9 de mayo celebró su centenario, es una bisabuela enérgica, llena de historias y con una inquebrantable pasión por la Liga Deportiva Alajuelense.

Una vida llena de amor y familia

Nacida en Sarchí, Alajuela, doña Marta ha pasado la mayor parte de su vida en Naranjo, donde sacó adelante a sus cinco hijos en el hogar que habitó durante 70 años. Con el paso del tiempo, su familia ha crecido y hoy cuenta con 13 nietos y 11 bisnietos. 

A pesar de la pérdida de su esposo hace 10 años, con quien compartió 65 años de matrimonio, ella sigue afrontando la vida con energía y optimismo. Actualmente, divide su tiempo entre Heredia y Dulce Nombre de Naranjo, donde vive con una de sus hijas, quien es enfermera.

Liguista de corazón

Conocida cariñosamente como “la bisabuela de los liguistas”, doña Marta es una fiel aficionada de la Liga Deportiva Alajuelense. Su amor por el equipo rojinegro es una tradición familiar que ha pasado de generación en generación. No hay conversación en la que no aflore su entusiasmo por el equipo.

Las reuniones familiares están llenas de buen humor, especialmente cuando su yerno, aficionado del Saprissa, se suma a la charla futbolística, lo que añade un toque de rivalidad amistosa.

Trabajadora y apasionada por la lectura

Desde joven, trabajó en los cafetales, lo que le inculcó una ética de trabajo sólida y un amor por la tierra que aún hoy aprecia. 

Además, desde niña desarrolló una profunda pasión por la lectura, un hábito que mantiene y que le ha permitido conservar una memoria admirable. A sus 100 años, recuerda con precisión los detalles de su vida, y cada historia que cuenta lo hace con una sonrisa en el rostro.

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