Por Jose Ernesto Herrera |2 de agosto de 2024, 18:55 PM

En el corazón de Guanacaste, el cantón de Bagaces celebra cada 5 de junio una fecha de suma importancia histórica y religiosa: el día de San Caralampio, su santo patrón. 

La devoción a San Caralampio se remonta a mediados del siglo XIX, específicamente al año 1856, un período marcado por una devastadora epidemia de cólera que afectaba a toda la región.

El milagro de San Caralampio

La historia cuenta que el 5 de junio de 1856, falleció la última persona afectada por el cólera en Bagaces. Este suceso fue visto como un milagro atribuido a San Caralampio, quien llegó a la comunidad a través de una pequeña estampita traída desde Rivas, Nicaragua. La imagen del santo, considerada como un símbolo de esperanza y protección, se convirtió rápidamente en objeto de veneración entre los pobladores.

La devoción crece con el tiempo

Con el paso de los años, la fe y devoción hacia San Caralampio se fortalecieron, consolidándose como el patrono oficial de Bagaces. Cada año, los habitantes del cantón realizan una serie de celebraciones en su honor, que incluyen procesiones, misas, y actividades culturales que reflejan el agradecimiento y la profunda conexión espiritual que la comunidad siente hacia su santo protector.

San Caralampio en la actualidad

Actualmente, San Caralampio no solo es recordado como el salvador de Bagaces durante la epidemia de cólera, sino también como un símbolo de unidad y fe para sus habitantes. La festividad del 5 de junio es una oportunidad para que la comunidad se reúna, celebre su historia y renueve su compromiso con las tradiciones que han definido su identidad a lo largo de los años.

El legado de San Caralampio sigue vivo en cada rincón de Bagaces y las festividades no solo atraen a los locales, sino también a visitantes de otras partes de Costa Rica, quienes vienen a rendir homenaje y a participar en una de las celebraciones más significativas de la región.

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