Joven cantón de Nandayure se encuentra sobre la majestuosa península de Nicoya
Fundado el 9 de octubre de 1961, este cantón ocupa un lugar especial con su extenso litoral.
En la parte más meridional de la provincia de Guanacaste, sobre la majestuosa península de Nicoya, se encuentra el joven cantón de Nandayure.
Fundado el 9 de octubre de 1961, este cantón ocupa un lugar especial con su extenso litoral, que se extiende a lo largo del océano Pacífico, ofreciendo paisajes que mezclan montañas con playas de arena dorada y aguas cristalinas.
Su cabecera, la ciudad de Carmona, no solo sirve como centro administrativo, sino que también es un punto de encuentro cultural y económico para los habitantes de la región.
Toponimia y orígenes
El nombre “Nandayure” tiene sus raíces en la historia precolombina de la región. Según cuentan, hace siglos, una princesa indígena del grupo Chorotega habitó estas tierras, dejando una huella que perdura en el nombre del cantón.
Historia y desarrollo
En tiempos precolombinos, Nandayure formaba parte de la provincia indígena Chorotega en la península de Nicoya, un área estratégica que abarcaba desde estas costas hasta el Lago Nicaragua. La llegada de los colonizadores europeos, con figuras como Gil González Dávila en 1522, marcó el inicio de una nueva era para la región.
Nandayure: Un canto a la historia y la naturaleza
Nandayure irradia la esencia ancestral de la princesa chorotega. Más allá de su impresionante belleza, el cantón se distingue por la hospitalidad de su gente y un profundo compromiso con la conservación y protección de los recursos naturales.
En este fascinante recorrido por Nandayure, hay mucho que descubrir, pero comencemos destacando los extraordinarios aportes de este lugar a Costa Rica y al mundo.
En las costas de Nandayure, específicamente en el encantador pueblo de Islita, se ha alcanzado un hito trascendental: el renacimiento de la lapa roja. Esta especie, anteriormente extinta en la zona, ahora brilla como un símbolo de esperanza y un logro de relevancia global.
Además, en el pueblo de Corozalito, Nandayure revela otra faceta de su riqueza natural. Este lugar no solo sirve como hogar para diversas especies de tortugas, incluyendo la majestuosa lora, que viaja largas distancias para anidar en estas playas. Aquí, en Corozalito, se gesta la vida misma.
En cada rincón de Nandayure se respira la magia de la naturaleza y el compromiso inquebrantable de sus habitantes por preservarla. Es un lugar donde pasado y presente convergen en un testimonio vivo de la interconexión entre la humanidad y su entorno.
La belleza y hospitalidad de Nandayure: Un viaje a través de su historia y sabores
Con una anchura máxima de 39 kilómetros en dirección norte-sur, Nandayure no solo destaca por su belleza natural, sino también por su rica historia y la hospitalidad de sus habitantes.
En nuestro recorrido por este encantador cantón, fue importante pasar a saludar a Lisbeth Molina, vecina de Bejuco, quien tiene un emprendimiento especial: elabora helados inspirados en la identidad guanacasteca y frutas de la región. Su creatividad y dedicación resaltan la conexión de los productos locales con la cultura de la zona.
Actualmente, nos encontramos en El Porvenir de Nandayure, la zona alta de este cantón. Aquí, las mujeres son expertas en la elaboración de dulces tradicionales, preservando y transmitiendo los sabores autóctonos que caracterizan a esta comunidad.
Aún quedan muchas historias por descubrir en Nandayure y otros pueblos de Guanacaste. Muy pronto, en las ediciones regulares de Más que noticias, continuaremos explorando y compartiendo estos relatos que enriquecen nuestra comprensión y aprecio por esta hermosa región.
Fernando González Méndez: El guardián visual de Nandayure
Don Fernando llegó a Nandayure cuando tenía 18 años de edad. Desde entonces, se enamoró de la fotografía y la historia, convirtiéndose en el fotógrafo del pueblo.
El tesoro fotográfico que guarda es único. A través de sus imágenes, se narra la historia evolutiva del cantón, capturando momentos y transformaciones que reflejan la esencia de Nandayure.