Por Jose Ernesto Herrera |7 de agosto de 2024, 18:30 PM

En La Garita de Alajuela, hay un personaje que ha dejado una huella imborrable en el corazón de sus habitantes: Didier Rodríguez, conocido cariñosamente como “don Lilo”, a sus 73 años sigue deleitando a grandes y chicos con sus deliciosos granizados, una tradición que ha mantenido viva por más de 40 años.

Rodríguez no siempre tuvo una vida fácil. Vivió tiempos de mucha pobreza y no se calzó hasta los 17 años. Durante muchos años trabajó arduamente como jornalero, una experiencia que lo forjó y le enseñó el valor del esfuerzo y la dedicación.

La ventanita de granizados de don “Lilo” no es solo un lugar para refrescarse, es un viaje al pasado. Llena de antigüedades que su dueño colecciona con esmero, su pequeño puesto se convierte en un punto de encuentro y de historias compartidas entre vecinos y visitantes. Los fines de semana, su ventanita está siempre llena de clientes que llegan no solo por el sabor de sus granizados, sino también por la calidez y el carisma de quien los hace.

Ubicada en la recta de La Garita, camino a Turrúcares, la ventanita de don “Lilo” abre sus puertas todos los días. Él asegura que no escatima con los ingredientes, garantizando que cada granizado esté lleno de sabor y calidad. Su compromiso con sus clientes y su pasión por lo que hace lo han convertido en una figura querida y respetada en la comunidad.

No solo vende granizados: ofrece una experiencia que mezcla sabor, historia y un toque personal que solo él puede dar. Si alguna vez pasa por La Garita de Alajuela, no puede dejar de visitar a don “Lilo” y probar uno de sus famosos granizados. ¡Será una experiencia que no olvidará!

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