Por Juan Carlos Zumbado |25 de septiembre de 2024, 18:30 PM

En Los Guido, Desamparados, un pequeño de apenas 7 años está haciendo eco en el mundo del trompo, un juego tradicional que, en manos de David Zeledón, se convierte en un verdadero espectáculo. 

Este joven talento, cuya habilidad ha cautivado a miles, ha encontrado en los trompos no solo una pasión, sino una oportunidad para destacarse y alcanzar sueños que parecen grandes, pero que él enfrenta con la facilidad de quien nació para esto.

Zeledón ha alcanzado tal nivel de destreza que sus videos en redes sociales se han vuelto virales. A su edad, ha sorprendido a miles de personas, quienes ven en este pequeño vecino de Los Guido un futuro campeón. Su habilidad para manejar el trompo con precisión y elegancia ha dejado a muchos asombrados, incluidas figuras reconocidas en el mundo del trompo, como el campeón mundial que vino desde México, Freddy Zamora (ver nota completa en el video adjunto). 

Todo comenzó gracias a su hermano mayor, quien se adentró en el mundo de los trompos y motivó a David a seguir sus pasos. Juntos, han creado un lazo indestructible, compartiendo horas de juego, práctica y diversión, perfeccionando trucos y habilidades. La conexión entre ambos es tan fuerte que el trompo se ha convertido en una extensión de su relación fraternal, creando momentos inolvidables y retos compartidos.

En agosto de este año, David tuvo la oportunidad de conocer al actual campeón mundial de trompos, quien llegó a Costa Rica con la misión de enseñar y descubrir nuevos talentos. 

Este encuentro marcó un antes y un después en la vida del joven David. El campeón mexicano quedó fascinado con el talento y potencial del niño, destacando que a tan corta edad ya muestra habilidades impresionantes y un futuro brillante en este deporte. Desde entonces, la relación entre ambos se ha fortalecido, y David ha aprovechado cada lección y consejo que el campeón le ha brindado.

Aunque la fama en redes y los halagos han crecido, David sigue siendo un niño humilde y apasionado. 

Juega con su hermano durante horas, desafiándose mutuamente y aprendiendo nuevos trucos. Juntos, son inseparables, y han demostrado que el amor por este juego tradicional puede unir a las personas de una manera muy especial. Cada tarde en Los Guido, es común verlos practicando en la calle o en el parque, haciendo que los vecinos se detengan a ver sus impresionantes maniobras.

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