Alicia González: El alma de la cocina y el corazón de su comunidad
Alicia y su madre fueron las encargadas de preparar la comida en las fiestas patronales de la comunidad durante muchos años.
En Terrón Colorado de Boca Arenal de San Carlos, Alicia González es una figura entrañable, conocida por su inmensa generosidad, su incansable trabajo y, por supuesto, por su talento culinario que la ha convertido en el alma de las fiestas de su comunidad. Con su calidez y carisma, ha logrado ganarse el cariño de todos los que tienen el privilegio de probar sus deliciosos platillos, cocinados siempre con el mismo ingrediente secreto: el amor.
"Todos tenemos talento para cocinar", dice Alicia mientras, con una destreza que solo los años de práctica pueden brindar, se mueve alrededor del fogón en su cocina, preparando un suculento lomo relleno. Con una sonrisa en su rostro, explica que este don no es algo que haya nacido de la nada, sino que es un legado que recibió de su madre, quien la inició en el arte culinario desde que era muy pequeña.
"Desde los 7 años aprendimos a cocinar. Mi mamá nos puso a trabajar desde pequeños, porque la vida antes era muy difícil, todos teníamos que trabajar", recuerda Alicia, quien con nostalgia habla de su infancia, marcada por el esfuerzo y la colaboración familiar. Para ella, la cocina nunca fue solo un oficio, sino una forma de mantener vivas las tradiciones y de unir a su familia.
Alicia y su madre fueron las encargadas de preparar la comida en las fiestas patronales de la comunidad durante muchos años. Esta responsabilidad, que Alicia asumió con gran orgullo, le permitió no solo perfeccionar sus habilidades culinarias, sino también ganar el reconocimiento y la admiración de todos los vecinos que sabían que cada plato que preparaba estaba lleno de esfuerzo, dedicación y un toque especial que solo alguien con tanto amor por su gente podía ofrecer.
Con el paso de los años, Alicia ha seguido siendo una pieza clave en las festividades locales, siendo siempre la encargada de la cocina en las celebraciones. Su comida ha logrado trascender más allá de lo gastronómico, convirtiéndose en una tradición que une a la comunidad. En cada fiesta, en cada encuentro, los platos de Alicia no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma, creando momentos de alegría y confraternidad.