30 de julio de 2019, 12:30 PM
Por: José Ernesto Herrera Sibaja

Estamos cerca de la entrada a Bosque Prusia y a pocos kilómetros hay un negocio donde los Quetzales son los protagonistas.

Llegan todas las mañanas por las frutas de un árbol de aguacatillo, pero lo más bonito de este lugar son sus propietarios. Una pareja de esposos quienes lograron evolucionar de ser finqueros a propietarios de un negocio lleno de calor familiar y olor a leña.

Se trata de doña Jenny y don Francisco, esposos y amantes del buen trato, su historia le va a encantar.