Rusia exige disculpas a la EMA por críticas a la vacuna Sputnik V
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) comparó la autorización de emergencia de la vacuna Sputnik V por parte de algunos países europeos a una "ruleta rusa".
Rusia criticó y exigió disculpas el martes por los comentarios de una funcionaria de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que comparó la autorización de emergencia de la vacuna Sputnik V por parte de algunos países europeos a una "ruleta rusa".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó los comentarios "lamentables" y "como mínimo erróneos".
"Pedimos una disculpa pública a Christa Wirthumer-Hoche, de la EMA, por sus comentarios negativos hacia los miembros de la UE que aprueban directamente la Sputnik V", indicaron en Twitter los creadores de la vacuna, el centro de investigación estatal Gamaleya y el Fondo Soberano Ruso (RDIF).
"Comentarios así son inapropiados y socavan la credibilidad de la EMA y su proceso de evaluación", aseguraron, denunciando "posibles interferencias políticas".
El domingo por la noche, la presidenta del consejo de dirección de la EMA, Christa Wirthumer-Hoche, "advirtió" a los Estados miembros de la UE de que no autoricen la Sputnik V con carácter de urgencia, alegando la insuficiencia de datos sobre las personas vacunadas.
"Es un poco como la ruleta rusa", afirmó en una entrevista con el canal de televisión austriaco ORF.
"Por el momento no tenemos datos sobre los efectos secundarios en los vacunados", subrayó, e instó a los países a esperar la luz verde del regulador europeo.
La vacuna Sputnik V dio la semana pasada un paso clave para su implantación en la UE con el inicio de su revisión por parte de la EMA, con sede en Ámsterdam.
Tras este anuncio, las autoridades rusas dijeron que estaban preparadas para suministrar vacunas a 50 millones de europeos a partir de junio.
Con el argumento de que su vacuna ya ha sido aprobada en 46 países, el fondo ruso volvió a criticar el martes a la EMA por "retrasar durante meses" el proceso de validación de la Sputnik V.
Varios países de la UE, impacientes por un proceso considerado demasiado lento, recurren a vacunas aún no aprobadas, como Hungría, que empezó a administrar la vacuna rusa a su población el mes pasado.
La República Checa y Eslovaquia también han hecho pedidos a Rusia.