Nueva Zelanda busca en Siria a una enfermera de la Cruz Roja
Varios testigos afirmaron haberla visto dando atención médica en clínicas controladas por el EI, lo que deja pensar que ya no estaba recluida en una celda

Nueva Zelanda anunció el lunes que sus fuerzas especiales están buscando en Siria a la enfermera neozelandesa Louisa Akavi, cuya identidad y secuestro en 2013 fueron revelados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El secuestro de Akavi y de dos chóferes sirios fue mantenido en secreto durante más de cinco años. El domingo el CICR reveló la situación y lanzó un llamado para saber qué sucedió.
El CICR reveló el domingo que supo desde el comienzo que la enfermera de 62 años estaba en manos del grupo Estado Islámico (EI) y dijo que las últimas informaciones "fiables" indicaban que aún estaba con vida a finales de 2018.
El viceprimer ministro neozelandés Winston Peters afirmó el lunes hay una operación en curso de un equipo basado en Irak para intentar localizarla.
La operación "involucró a miembros de las NZDF [las fuerzas de defensa neozelandesas] pertenecientes a la Fuerza de Operaciones Especiales, que visitaron Siria en algunas ocasiones, cuando fue solicitado", dijo Peters.
"Este equipo, que no es de combate, se centró específicamente en localizar a Louisa e identificar oportunidades para recuperarla", añadió.
La primera ministra Jacinda Ardern no escondió el lunes su decepción sobre la decisión del CICR de dar a conocer el caso de Akavi. "El gobierno considera que es preferible que este caso no sea público", declaró en una rueda de prensa.
El 13 de octubre de 2013, el día del secuestro, la enfermera y los chóferes viajaban en un convoy rumbo a Idlib (noroeste de Siria), donde iban a llevar equipamiento médico, cuando un grupo de hombres armados detuvieron sus vehículos.
"Estos últimos cinco años y medio fueron un calvario para las familias de nuestros tres colegas. Louisa tiene el verdadero perfil de la cooperante llena de compasión, Alaa y Nabil, también muy dedicados, eran verdaderos pilares de nuestras actividades", explicó el director de operaciones del CICR, Dominik Stillhart.
"Llamamos a todos los que tengan información sobre ellos a manifestarse. Si nuestros colegas siguen en cautiverio, pedimos su liberación inmediata e incondicional", dijo en un comunicado.
Louisa Akavi es una enfermera "experimentada, dedicada y reconocida por su fortaleza de carácter" que, antes de su secuestro había completado 17 misiones sobre el terreno para la Cruz Roja de Nueva Zelanda y para el CICR, dijo el comité en un comunicado.
Peters agradeció a los periodistas que conocían la situación por no haberla revelado. "En esas situaciones, la prioridad siempre debe ser la seguridad del rehén y nos dijeron claramente que toda publicidad aumentaría los riesgos para Louisa", explicó.
Por au parte Tuaine Robati, portavoz de la familia Akavi, declaró que la enfermera conocía los riesgos en Siria. "Vivió momentos difíciles antes pero siguió porque le gusta lo que hace", dijo.
Según el New York Times, la Cruz Roja tiene razones de creer que la enfermera está viva porque al menos dos personas dijeron haberla visto en diciembre en una clínica de Susa, que fue un bastión del Estado Islámico en Siria.
Varios testigos afirmaron haberla visto dando atención médica en clínicas controladas por el EI, lo que deja pensar que ya no estaba recluida en una celda.
El CICR tiene 98 expatriados en Siria y 580 empleados nacionales.