Israel dice que prepara su respuesta a Irán y continúa sus bombardeos en Líbano
El grupo Hezbolá dice que hay enfrentamientos en curso con tropas israelíes en zona fronteriza de Líbano.
Israel "prepara una respuesta" al ataque con misiles que lanzó Irán el martes contra su territorio, anunció un responsable militar el sábado, al tiempo que el ejército realizó nuevos bombardeos en Líbano, principalmente en la periferia sur de Beirut, bastión de Hezbolá.
El ataque iraní del martes avivó el temor a una conflagración en Oriente Medio ante las amenazas cruzadas entre la República Islámica e Israel. Un responsable militar israelí bajo condición de anonimato indicó a AFP que "el ejército israelí prepara una respuesta".
En vísperas del primer aniversario del ataque de Hamás en Israel del 7 de octubre -que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza-, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió el viernes que sus aliados, principalmente el movimiento islamista palestino y el grupo libanés Hezbolá continuarían la lucha contra Israel.
Después de haber debilitado a Hamás Israel anunció a mediados de septiembre que desplazaba "el centro de gravedad" hacia el norte, en la frontera libanesa, donde sus tropas iniciaron el lunes una operación terrestre contra Hezbolá.
En el sur de Líbano, "los soldados del enemigo israelí intentaron de nuevo avanzar" y "los enfrentamientos continúan", declaró el movimiento libanés el sábado.
La milicia indicó además que había lanzado cohetes contra la base aérea israelí de Ramat David cerca de Haifa, a unos 45 km de la frontera.
Ataque en una mezquita
A mediodía, una serie de explosiones sacudieron la periferia sur de Beirut, indicó la agencia de noticias libanesa ANI. Por la mañana, un periodista de AFP constató columnas de humo saliendo de edificios golpeados.
Abu Abbas, propietario de un restaurante de 62 años, afirmó que está decidido a permanecer en su casa a pesar de que los ataques "cada noche son más intensos y el ruido es aterrador".
Las fuerzas israelíes también indicaron que habían atacado durante la noche a combatientes de Hezbolá que operaban "en el interior de una mezquita".
Por su lado, Hamás anunció que uno de sus comandantes, su mujer y dos de sus hijas murieron en un bombardeo israelí en un campo de refugiados palestinos cerca de Trípoli, en el norte de Líbano, el primero en esa región en un año.
Previamente la madrugada del viernes, el ejército israelí había realizado intensos bombardeos en la periferia sur de Beirut, destruyendo varios edificios.
Según el sitio de información israelí Ynet, esos ataques contra el cuartel general de inteligencia de Hezbolá tenían como blanco a Hashem Safieddine, posible sucesor del líder de la organización Hasán Nasralá, muerto el 27 de septiembre en otro bombardeo israelí cerca de capital libanesa.
"Resistencia"
Irán lanzó el martes unos 200 misiles contra Israel, el segundo ataque de su historia contra ese país, afirmando que se trataba de una respuesta por las muertes de Hasán Nasralá y de Ismail Haniyeh, jefe de Hamás, abatido en un bombardeo imputado a Israel el 31 de julio en la capital iraní.
El presidente sirio, Bashar al Asad, consideró la operación una "lección" para Israel, al recibir el sábado al jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghchi, quien subrayó la necesidad de un alto el fuego en Líbano y la Franja de Gaza.
La escalada en Líbano se produce tras doce meses de disparos transfronterizos, iniciados cuando Hezbolá abrió un frente contra Israel en apoyo de Hamás, que provocó el desplazamiento de decenas de miles de residentes a ambos lados de la frontera.
Según el servicio libanés de gestión de catástrofes, más de 2.000 personas han muerto en Líbano desde octubre de 2023, de las cuales más de mil desde el 23 de septiembre.
El gobierno libanés cifra en alrededor de 1,2 millones el número de desplazados, entre ellas unas 374.000 personas que huyeron en los últimos días hacia Siria, según las autoridades.
El ejército israelí asegura que ha matado a 250 combatientes de Hezbolá y que ha atacado más de 2.000 posiciones desde que iniciara su ofensiva terrestre en el sur de Líbano, donde nueve de sus soldados murieron en los combates.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (Finul), desplegada a lo largo de la frontera con Israel, anunció el sábado "mantener sus posiciones" pese a una petición del ejército israelí de "desplazar algunas".
En la Franja de Gaza, el ejército israelí emitió una orden de evacuación para residentes de una parte del centro del territorio asediado, indicando que se preparaba para actuar "con fuerza" contra los combatientes de Hamás.
Desde el comienzo de la guerra, 41.825 personas han muerto en Gaza, según las últimas cifras del Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, cuyos datos son considerados fiables por la ONU.