Por Mariana Valladares |23 de junio de 2024, 8:00 AM

Misericordia y remodelación son dos palabras que para Alexander Reyes y Rebeca Salazar definen el accidente que tuvieron hace cuatro años.

Salazar recuerda que ella estaba en clases, cuando recibió una llamada de su esposo, invitándola a comer. Ya su matrimonio estaba mal, pero esa noche reconectaron como cuando se enamoraron. El tiempo se les hizo corto y cuando se dieron cuenta ya había iniciado la restricción vehicular, pues fue en época de pandemia.

Por ello, Reyes decidió manejar demasiado rápido. Ellos viajaban por Circunvalación. En Hatillo, él pierde el control del vehículo y se accidentan. Los brazos de Reyes quedaron muy comprometidos, por lo que los doctores decidieron amputarle ambas extremidades.

Para este matrimonio, su vida dio un giro en 2020. Pese a ello, nunca se han dado por vencidos y "de la mano de Dios siguen luchando cada día".

Teletica.com conversó con los ahora motivadores y expresaron que si devolvieran el tiempo, no cambiarían nada "porque tenía que pasar", y gracias a esta experiencia sienten que son mejores padres, mejores creyentes y sobre todo, mejores personas.

¿Consideran que el accidente cambió su vida?

"Completamente. Creo que existe una nueva versión de mí y puedo decir que me siento orgullosa de saber que cambie para hacer una mejor persona, soy una mejor mamá. Con todo este proceso de internamiento, de curaciones y por ahí a la espera de que me dieran la salida.

"Aprendí muchísimo a valorar, mi labor como mamá, que era algo que yo me esperaba mucho. Incluso le preguntaba a Dios en algún momento, si ese iba a ser mi propósito de vida, está en los cuidando 24/7. Dios no me respondió de manera inmediata, pero en algún momento fui donde él, me dio el propósito de vida, va a ser siempre ayudar y lo disfruto porque lo hago desde el amor, lo disfruto porque pude no haberla contado, pude haber dejado de ver a mis hijas", indicó Rebe, como es conocida en redes sociales.

Alex, ¿cómo recibe usted la noticia de que no tiene brazos?

"Yo estuve inconsciente durante la amputación, estuve 19 días en estado de coma. Me hicieron cuatro cirugías, doble amputación. Yo no me di cuenta lo que estaba pasando, lo que me estaban haciendo. Sin embargo, en mi consciencia pude verme amputado. Cuando despierto, me doy cuenta de que no tengo brazos e inmediatamente me dan atención psicológica. Recuerdo que me preguntaban, ¿usted sabe que no tiene brazos? Sí, yo sé. Siento que fue complicado dentro de mi entenderlo, pero los expresaba con paz. Yo pensaba, todo va a estar bien, soy joven, tengo una vida por delante. Y aprendí a darle importancia a lo que merece, a esta más calibrado por decirlo de alguna manera. Todo esto me permitió readaptarme y enfocarme en lo importante en mi vida".

Rebe, ¿cómo le cuenta usted a sus hijas que sufrieron un accidente, que están bien, pero que papá va a volver pero sin brazos?

"Tenemos cuatro niñas, recuerdo que yo tenía muchísimo miedo de decirle a mis hijas lo que había pasado. Siempre con acompañamiento psicológico y psiquiátrico me decían que no mintieron, o sea, que siempre les hablara con la verdad en mis videollamadas y en cada mensaje que tenía con ellas. Les decía que su papá estaba un poquito mal, que estaba dormido y que yo no sabía si iba a despertar, pero que de lo que sí estaba segura era de que mamá iba a volver y de que le íbamos a lograr sin importar lo que pasara, de la mano de Papá Dios. Él nos iba a dar la fortaleza para salir adelante y bueno, gracias a Dios Alex despierta del coma y cuando ya me toca darles la noticia, luego de tantos días en el hospital y muchos procedimientos, sentí temor, temor de comunicarlo a mis hijas, era como hacerlo realidad.

"Llegué a la casa y empiezo a hablar con cada una de mis hijas, empezando por la más grande. Recuerdo que con Kiara no podía hablar, solo lloraba y lloraba. Ella preguntó qué me pasaba, por qué estaba tan triste. Le dije, nena hay algo que no te he contado, papá va a volver a casa, pero sin brazos. Eso es lo que queríamos mamá, papá está vivo y yo pensé wow, ese nivel de madurez y ese mensaje lo use para darle la noticia a mis otras hijas, y sí, teníamos mucho que agradecer y yo no me había dado cuenta. Sarita fue un poco más dramática, estuve hablando con ella, pero para ella todo es un drama. Entonces ella se agarraba la cabeza, mamá qué vamos a hacer con papito, repetía. Ya luego lo empezó a asimilar. Luego, me dice mamá, no me mienta, papito también perdió sus piernas, y yo le dije Sara, deje el drama (risas). Nuestras otras dos hijas lo entendieron, poco a poco, pero ese amor tan grande que sienten por su papá las ayudó. La más pequeñita se lo explicamos con un dibujo. Cuando Alexito llegó, ellas lo recibieron con una sonrisa, tanto amor, que fue una lección para nosotros. Porque claro, cada una reacciona dependiendo de su forma de ser, pero al final vinieron a ser un apoyo para mí y apoyo para su papá".

Alex y Rebe

¿Cómo han lidiado con los pensamientos negativos? ¿Han sufrido depresión?

"Siempre hemos tenido una actitud resiliente, positiva, eso no significa que no nos sintamos tristes, lloremos, nos sintamos profundamente tristes. La diferencia está en ese poder aprovechar cada día las oportunidades que Dios te da. Si tenemos que llorar, lloramos, pero seguir con esa misión que como creyentes tenemos acá en la tierra. Al final esto fue como un nuevo inicio, si no hubiera pasado no seríamos quienes somos hoy. Dios nos dio una nueva oportunidad de vida", explicó Alex.

"Yo ahorita en este momento estoy atravesando una situación bastante dura porque son esas cosas que uno quisiera tener. A mí hace tres meses me diagnosticaron con depresión, ansiedad, estrés postraumático y el síndrome del cuidador cansado. Ha sido como una pausa para poder pensar un poquito en mí, ir sanando. Estoy con tratamiento, con los profesionales que me pueden ayudar a encontrar esa estabilidad emocional que ahorita necesito. Ahorita estoy mucho mejor, luego de una negligencia médica. De hecho, nos pasamos a vivir cerca de la familia de Alex porque yo admití que necesitaba ayuda. Ya no podía con todo, y me costó pedir ayuda porque siempre hay una vocecita que me dice -Rebe vos podés sola- y no. La gente me ve como la mujer perfecta, el amor perfecto, y no. Me dicen que ya tengo el cielo ganado, que soy demasiado linda. Solo soy una mujer que lucha y que todo lo hace desde el amor", acotó Salazar.

Alex, ¿ha sido fundamental el papel de su esposa?

"Te lo resumo así, si yo no tuviera a Rebe en mi vida, yo no estaría aquí. La línea tan delgada entre perderlo todo y ganarlo todo es delgada y es sencillo caer en lo que caen otras personas, simplemente se echan a morir y dejan todo lo bueno que lo rodea. Entender que tuve que renunciar a cosas y que mi esposa siempre está a mi lado para darme la mano, es increíble, porque he ganado un millón más. Rebe tiene un superpoder que puede ser un defecto (risas), si ella tiene que quitarse el abrigo y dárselo a alguien, ella lo hace. Sí, ha sido indispensable".

¿Qué le dicen usted al Alex y Rebe de hace cuatro años?

"Que lo mejor está por venir. Fue demasiado bonito porque no estaba dentro del plan, yo siempre pensé, Rebe, mis hijas, el trabajo. Pero esto que nos pasó, se sale por completo de lo que yo pensaba que iba a ser mi vida", indicó Alexander.

"Le diría que es muy fuerte. Todo esto ha sido muy bonito, cuando se nos empezaron a acercar los medios, fue como un shock, yo le decía a Alex, qué está pasando. De hecho, la primera entrevista televisiva fue con el Padre Mix y fue muy emotiva. Nuestras hijas le llevaron un reconocimiento al mejor papá del mundo. Con todas estas cosas, yo entendí que ese era el propósito de Dios en nuestras vidas, poder disfrutar de esto, de nuestra nueva realidad y ahora soy la más feliz del mundo siendo conferencista", subrayó Rebeca.

Alex y Rebe

Alex dice que para él su discapacidad es un impulso para lograr grandes sueños y que no se limita. Prueba de ello es que hace una semana logró subir el Cerro Chirripó. Dice que es una meta que tenía hace mucho y se siente orgulloso y agradecido de haberlo logrado. Su esposa contó, entre risas, que ella no es de ese tipo de aventuras, pero que siempre lo apoya en lo que él quiera hacer.

Mencionó que Rebe lo inscribió a clases de natación desde el inicio y él pensaba que se iba a ahogar, ahora entiende el papel fundamental que ha hecho el deporte en su rehabilitación y su vida. Reyes recibió una prótesis biótica en 2023 y agradece que puede volver a abrazar a sus hijas y tomar de mano a su esposa.

Alex y Rebe

La pareja finalizó señalando lo agradecidos que se sienten de poder llevar el mensaje de superación y de Dios a otros. Rebeca admitió que antes del accidente no era muy creyente, porque estaba peleado con Dios luego de la muerte de su padre. Pese a ello, su esposo "que siempre ha sido medio pandereta" le hablaba de su religión y luego del accidente ha sido un pilar en su relación y en su vida.

WhatsAppTeleticacom