Meteorito de Marte hallado en Antártida no tiene rastros de vida extraterrestre
Una roca marciana, que fue encontrada en 1984 en el continente blanco, generó un gran revuelo por tener supuestamente lo que parecían ser restos de moléculas orgánicas.
En 1984, un grupo de expedición encontró un meteorito en la Antártida que tendría 4.000 años de antigüedad y que proviene de Marte. 12 años después, un equipo dirigido por la NASA anunció que los compuestos orgánicos hallados en la roca parecían haber sido dejados por criaturas vivas, lo que generó un gran revuelo.
Una nueva investigación asegura que Allan Hills 84001 (ALH84001), como fue nombrada esta roca marciana de 2 kilogramos, no contiene pruebas de vida antigua ni primitiva, según detalla un estudio publicado el jueves por la revista Science.
Para llegar a esta conclusión, los especialistas liderados por Andrew Steele de la Institución Carnegie para la Ciencia, fueron analizando y desmenuzando esa premisa a lo largo de las décadas.
Era solo agua
Las muestras minúsculas del meteorito demuestran que los compuestos ricos en carbono encontrados en el meteorito son, en realidad, el resultado del agua -probablemente salada o salobre- que fluyó sobre la roca durante un período prolongado, dijo Steele.
Durante el húmedo y primitivo pasado de Marte, se produjeron al menos dos impactos cerca de la roca, que calentaron la superficie circundante del planeta, antes de que un tercer impacto la expulsara fuera del planeta rojo hacia el espacio hace millones de años, para posteriormente caer en la Tierra.
Según los investigadores, el agua subterránea que se movía a través de las grietas de la roca, cuando aún estaba en Marte, formó los diminutos glóbulos de carbono que están presentes. Lo mismo puede ocurrir en la Tierra y podría ayudar a explicar la presencia de metano en la atmósfera de Marte, aseguraron los expertos.
Investigación que generó división
Los avances tecnológicos han hecho posible los nuevos hallazgos de su equipo, según Steele, quien elogió las mediciones realizadas por los investigadores originales de 1996 y señaló que su hipótesis sobre la vida "era una interpretación razonable" en aquel momento.
Asimismo, el experto agregó que su equipo -que incluye a científicos de la NASA, alemanes y británicos- se encargó de presentar los resultados "como lo que son, es decir, un descubrimiento muy interesante sobre Marte y no un estudio para refutar" la premisa original.
Según Steele, la única manera de demostrar si Marte ha tenido o sigue teniendo vida microbiana es traer muestras a la Tierra para analizarlas. El explorador de Marte Perseverance de la NASA ya ha recogido seis muestras para devolverlas a la Tierra dentro de una década aproximadamente; se desea obtener tres docenas de muestras.
Defensas en la teoría de 1996
No todos están de acuerdo con la investigación de Steele. Dos de los científicos que participaron en el estudio original discreparon de estos últimos hallazgos, calificándolos de "decepcionantes" y afirmando que mantienen sus observaciones de 1996.
"Aunque los datos presentados aumentan nuestro conocimiento (del meteorito), la interpretación no es novedosa ni está respaldada por la investigación", afirmaron Kathie Thomas-Keprta y Simon Clemett, investigadores del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.
"Las especulaciones sin fundamento no contribuyen a resolver el enigma que rodea el origen de la materia orgánica" en el meteorito, añadieron.