Los dos grandes días
El día en que se nace y el día en el que se descubre por qué tienen un valor incalculable en la vida de una persona.
MSc. Henry Álvarez / coach en desarrollo humano, liderazgo y familia.
Existen dos días grandiosos en la vida de una persona: el día en que se nace y el día en el que se descubre por qué. Conforme aprende más acerca de usted mismo, se convencerá más acerca quién es, qué desea y qué es lo que más le importa. También es importante no solamente descubrir para qué nació, sino saber para qué no nacimos, porque a veces nos vemos involucrados en tantas cosas que no somos maestros de nada.
Esto nos lleva a realizarnos la gran pregunta que va a marcar el destino: ¿cuál es su propósito aquí en la tierra? Tomará tiempo y energía descubrirlo, pero una vez que lo identifique, podrá enfocar su esfuerzo en desarrollar las destrezas y habilidades que le ayudarán a alcanzar su potencial, y luego irá tras ese propósito y sueño con todo su corazón y pasión.
Uno de los grandes problemas que hay es que muchos caminamos por la vida sin ningún propósito, vivimos sin encontrar un sentido de vida por el cual vivir, y, por lo tanto, se nos hace más difícil trazar el curso hacia donde deseamos llegar, es como caminar en una bicicleta estacionaria, no se avanza, siempre se está en el mismo lugar.
¿Qué significa convertirse en todo lo que uno es y cómo podemos alcanzar todo el potencial que tenemos? Cumpliendo nuestro propósito. Muchas personas creen que eso es algo difícil, pero John Maxwell ofrece una fórmula sencilla que cualquiera puede utilizar.
Pasión + fortalezas + valor agregado a los demás = su propósito.
Hay tres preguntas que ayudan a una persona a encontrar su propósito, según John Maxwell:
¿Qué le hace llorar? John llora cuando ve gente herida.
¿Qué le hace cantar? John canta cuando ayuda a la gente.
¿Con qué sueña? John sueña con ayudar a las personas para que estas, a su vez, puedan ayudar a otros.
Sus respuestas apuntarán hacia su propósito y, cuando se encuentra ese propósito, se convierte en una persona que vive con pasión, usa sus fortalezas, talentos, habilidades y cualidades, y a partir de ahí podrá ayudar a la gente con sus necesidades emocionales y físicas.
Muy importante es saber a cuál población es a la que quiere servir: la niñez, jóvenes que están atrapados en la droga y alcoholismo, a los adultos mayores que se sienten solos y abandonados, a los privados de libertad, a los que están en condiciones vulnerables, mujeres solas que han sufrido abuso de toda índole, entre otros. ¿Cuál población le hace llorar?
Muchas personas desean vivir una vida llena de propósito y significado, pero no todos están dispuestos a trabajar para lograrlo.
Algo especial sucede cuando su pasión y sus fortalezas se alinean y se usan para satisfacer las necesidades de los demás, agregando valor a las personas.
Su pasión le dará energía. Le motivará. Hará que quiera levantarse en la mañana y añadirá vitalidad a sus pasos. Su pasión le inspirará a querer más, a hacer más, y a ser esa persona con razón significativa de haber nacido, esa será la clave de su felicidad.
Si al leer este artículo se siente motivado a poner sus dones, talentos, habilidades y recursos, le invito a contactarse con este servidor al teléfono 8613-9136, para que juntos podamos empezar a hacer pequeños cambios, iniciando por descubrir el propósito por el cual nació.
Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.