POR Omar Cascante | 10 de enero de 2014, 13:11 PM

Nos vamos fuimos, a relajar a las lindas aguas del Pacífico costarricense.

Ahí nuestro compañero Omar Cascante se encontró -y nos presenta- a la "raya águila".

Verla es muy lindo, pero se hace más interesante porque resulta que esta especie, tiene algo así como una "huella digital".

Esas son las noticias que uno se encuentra, "mar adentro".

Localizar la raya águila se vuelve una tarea compleja... Pero en su  búsqueda decenas de cardúmenes debutan para nosotros.

Como si tuvieran un baile en sincronía despliegan una cortina de vida asombrosa...Irrumpimos su mundo y los atravesamos lentamente la escena lograda es maravillosa.

En poco tiempo uno de los buzos da aviso, en la superficie un grupo de viajeros a contraluz.  Son ellas: las  rayas águilas.

Cuando están en grupo  nadan cerca de la superficie, aunque es común observarlas solitarias.

La raya águila puede medir desde los dos  hasta los cinco  metros desde la punta de su cola hasta su cabeza.

Su principal característica son sus manchas, únicas en cada espécimen, es algo así como su huella digital.

Esta raya se alimenta de moluscos y crustáceos, es maravilloso contemplarlas, ellas engalanaron  nuestra expedición de dos días.

No hay duda que cada buceo es una nueva experiencia, en cada inmersión el mar sabe sorprendernos.

Esta vez lo hizo con un vuelo de majestuosas águilas que surcan la profundidad con hermosas alas.