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Vecino de Cartago llegó a su vejez solo, sin hijos, sin pareja y sin casa propia
A don Juan Ramírez, lo único que lo acompaña a sus 82 años es su música y una larga lista de padecimientos.
Sueño de Navidad
Madre lucha por hijo con lesión cerebral en casa insegura y sin agua potable
Su hogar en Osa carece de refrigeradora y de un baño apto para las necesidades de Julián, su hijo de cinco años.
POR Yahaira Piña | 3 de diciembre de 2024, 9:26 AM
En una humilde casa en Osa, golpeada por el paso de los años, se escribe una historia de lucha, perseverancia y amor.
Allí vive Dayana Salazar, una madre que dedica sus días a darle lo mejor a su hijo de cinco años.
La enternecedora sonrisa de Julián da la bienvenida a quien llegue a esta vivienda ubicada en una finca en el sur de Puntarenas. Tiene una lesión cerebral. También un problema en sus huesos y en las vías respiratorias (vea video adjunto de Telenoticias).
Ahora se le ve muy estable, pero al nacer estuvo a punto de morir debido a una bronconeumonía.
Julián no camina, pero se desplaza por la casa arrastrándose. Esto hace que rompa continuamente su ropa, pues el piso no está en buenas condiciones. El baño, además, es pequeño e inapropiado para una persona con sus necesidades.
Una vieja silla de ruedas es de gran ayuda cuando sale a citas. Sin embargo, el esfuerzo por librarse de las piedras al salir de la casa es agotador.
A ese pedregoso camino se suma un problema más: la vivienda no cuenta con agua potable.
Tampoco tiene refrigerador, pero igual no lo necesita, pues pocas veces dice tener alimentos que requieran estar en frío.
Son muchas las necesidades, pero, sin duda, una casa digna es el mayor anhelo de ambos. Una casa que alivie la preocupación.
Dayanna Salazar se siente sola, pues su madre falleció cuando ella tenía nueve años, y es una tristeza que todavía estrecha su corazón. Por eso asegura que su hijo es su motor de vida.
"Él es el que alegra mis días, la verdad. Él siempre pasa sonriendo, siempre habla conmigo. No sé cómo explicárselo, pero él es todo para mí. Mi mayor temor es algún día enfermarme y que él se quede sin mí, porque yo sé que nadie lo va a cuidar como yo. ¿Sabe por qué? Porque mi mamá se murió cuando yo tenía nueve años y para mí fue muy duro estar sin ella", contó Salazar.
Su bondadosa ayuda puede cambiar las condiciones de esta madre y su hijo. A continuación puede repasar las diferentes maneras en las que puede apoyarlos.