Sucesos
Sospechoso de matar a Allison rechazó cargos en primer día de juicio
En su corta declaración ante los jueces, comentó que consumía licor y marihuana muy frecuentemente.
Yendry Vásquez, la mamá de la joven Allison Bonilla, considera que las pruebas presentadas por el Ministerio Público y su abogado son contundentes para demostrar que el imputado, de apellidos Sánchez Ureña, es el responsable de matar a su hija.
Este lunes reinició, en los Tribunales de Justicia de Cartago, el juicio por el homicidio de la joven de 18 años. Ahí presentaron prueba en video, así como fotografías del momento de los hechos.
“Es una incertidumbre muy grande para nosotros y mi familia. Creo que las pruebas están muy contundentes, fue él quien la mató. Mi hija sufrió mucho, se tiene que hacer justicia porque una persona así no puede estar libre porque, si se lo hizo a mi hija, se lo puede hacer a otra persona”, dijo Yendry Vásquez.
Declaraciones de la mamá de Allison:
Según Rodrigo Araya, abogado de la familia de Allison, los videos que presentó el Ministerio Público muestran la hora en la que la joven se baja del bus en la intersección entre Cachí y Ujarrás, a eso de las 8:30 p. m. del día cuando desapareció. También hay otros videos de casas cercanas, que muestran el camino que ella siguió.
“Estos videos son muy importantes para poder determinar que a esa hora Allison se encontraba con vida. En otro de los videos, que es desde una casa donde vive una familia, se observa cuando la joven pasa por el lugar y un minuto después se ve el vehículo del imputado, donde sale detrás de ella”, comentó Araya.
Declaraciones de Rodrigo Araya:
El defensor cree que este tipo de prueba es fundamental para que los jueces puedan acreditar la hora y el momento del encuentro entre Allison y el imputado, cuando este la aborda y la mata; así como la hora en que, aproximadamente, ella fallece.
El Ministerio Público incluyó como prueba, además de esos videos, fotos de las diligencias realizadas con luminol y de restos óseos, así como imágenes de la caída al precipicio de un muñeco que utilizó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para determinar el lugar donde podría haber sido lanzado el cuerpo de la joven.
El caso
Allison Bonilla desapareció la noche del 4 de marzo de 2020, cuando caminaba hacia su casa en Ujarrás.
Seis meses después, en setiembre, aparecieron sus restos en un botadero clandestino cerca de la zona, luego de que el principal sospechoso de su muerte declarara a las autoridades dónde la había tirado.