Internacional
Trump celebrará un mitin en el famoso Madison Square Garden de Nueva York
Aspira a llenar "el estadio más famoso del mundo" y convertir la metrópoli a la causa republicana.
Kamala Harris y Donald Trump, que disputan cabeza a cabeza la elección en Estados Unidos, recorren estados clave en el penúltimo fin de semana de campaña, en el que Michelle Obama subirá al escenario en apoyo a la candidata demócrata y el republicano tiene previsto un mitin en el famoso Madison Square Garden de Nueva York.
Después de visitar Texas el viernes, Harris y Trump realizarán mítines este sábado en Michigan, uno de los estados cruciales para llegar a la Casa Blanca el 5 de noviembre.
Las encuestas muestran un empate en los últimos días entre la que podría ser la primera presidenta mujer de Estados Unidos y el exmandatario. Al menos 38 millones de electores ya votaron anticipadamente en todo el país.
La campaña de Harris ha enfocado parte de su estrategia en conquistar a los republicanos moderados, que se distancian de un virulento Trump, quien continúa calificando como "enemigos" a algunos estadounidenses.
Cuatro años después, el expresidente aún se niega a reconocer su derrota ante Biden en las urnas y se prevé que rechazará los resultados si pierde de nuevo, lo cual despierta temores de un caos después de la votación.
Para el republicano A.D. Jefferson, un obrero de 62 años que asistió a un mitin de Harris en Houston, la agitación de Trump es demasiado.
"Simplemente, pienso que ella es menos controvertida", comentó a la AFP. "Soy republicano, pero siento que para mí Trump es demasiado caótico".
- La carta Michelle Obama -
El viernes en Texas, Harris compartió escenario con la estrella del pop Beyoncé, quien criticó las restricciones de Trump al derecho al aborto. Este sábado la vicepresidenta estará en Kalamazoo, Michigan, donde pedirá el voto de la población arropada por una de las figuras demócratas más populares: la ex primera dama Michelle Obama.
Su esposo, el expresidente Barack Obama se sumó a Harris durante un mitin el jueves en Georgia.
La vicepresidenta viajará el domingo a Filadelfia, en el estado Pensilvania. Esa ciudad y ese estado cuentan con el mayor número de colegios electorales, determinantes para la victoria en las presidenciales bajo el sistema electoral de Estados Unidos.
Harris irá de barrio en barrio en Filadelfia para conquistar el voto en distritos que históricamente tienen una mayoría negra y latina.
Trump, que arrasó en Pensilvania, Michigan y Wisconsin en su victoria de 2016, busca ganar en uno o más de esos tres estados que forman lo que se denomina el "muro azul", donde tradicionalmente ganan los demócratas.
En estos estados clave la diferencia entre ganar o perder estará en pocos miles de votos. Por eso Trump también realizará mitines el sábado en Michigan y Pensilvania.
El exmandatario ha enfocado también parte de su estrategia en los jóvenes y el viernes apareció en una entrevista de tres horas en el popular podcast de Joe Rogan, que cuenta con millones de seguidores, en su mayoría hombres.
El domingo por la noche, Trump reunirá a sus simpatizantes en el famoso Madison Square Garden, en el corazón de Nueva York, ciudad de mayoría demócrata.
Los analistas se preguntan ¿por qué Trump hace campaña en su Nueva York natal si virtualmente no tiene ninguna posibilidad de ganar el estado?
Algunos especulan que el multimillonario, que fue estrella de un programa de telerrealidad, puede estar preparando un espectáculo para demostrar que puede llenar una arena emblemática en un bastión demócrata.
Pero sus críticos, incluidos su rival en 2016, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, recuerdan que Madison Square Garden también fue escenario de un mitin pronazi en 1938, organizado por un grupo que apoyaba a Adolf Hitler.
"Ella dijo que es como en 1930", dijo Trump el viernes en Michigan en referencia a las declaraciones de Clinton ese día en CNN. "No lo es, no. Esto se llama 'Hacer Estados Unidos grande otra vez".
La campaña del fin de semana estuvo precedida por una acalorada polémica en las que Harris se hizo eco de acusaciones del ex jefe de gabinete de Trump, según las cuales el exmandatario es un "fascista" en el que no se puede volver a confiar el poder.