POR Adrián Marín | 28 de agosto de 2016, 13:00 PM

Casi nadie pudo dormir en Edén de Guácimo luego del atroz hecho ocurrido este sábado. Kendall Martínez, de solo 8 años, fue decapitado y mutilado.

El sospechoso del crimen, Jordi Campos Mendoza, de 23 años, fue detenido la mañana de este domingo.

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A Kendall lo recuerdan como un niño muy alegre, al que le encantaba el fútbol, andar en bicicleta y jugar en el potrero apeando frutas.

Familiares y amigos de la víctima llegaron de diferentes partes del país para acompañar a los padres del pequeño.

Kendall estaba en segundo grado de la escuela de Jimenez, en la sección 2-2.

Profesores y miembros de la junta se unieron para despedir al estudiante que siempre estaba sonriendo. En conjunto con el sacerdote de la comunidad hicieron una oración para pedir fortaleza a la familia en este duro momento.

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Algunos vecinos califican como una persona muy peligrosa al sospechoso de asesinar al menor. Mencionan que en otras ocasiones ya había intentado abusar de otros menores.