POR Luis Jiménez | 28 de septiembre de 2023, 8:00 AM
Dos masacres con un saldo de ocho muertos se registran en lo que va de 2023, mientras que en todo el año pasado hubo cuatro hechos de este tipo, que dejaron 18 personas asesinadas.
Durante este año, el primer homicidio múltiple se registró en Playa Garza de Nosara, Guanacaste. Ahí, cuatro hombres fueron atacados a balazos cuando viajaban en un carro tipo 4x4. Este hecho ocurrió la noche del martes 11 de julio. Las víctimas fueron emboscaron por, al menos, cuatro sicarios que viajaban en dos motos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó a los fallecidos como Ronald Alberto Delgado Víquez, de 43 años, y su hijo, Janiel Delgado Alvarado, de 21. Además, un menor de 17 años, primo del joven de 21. La cuarta víctima fue Kevin Villalobos Arce, de 22 años, vecino de San Rafael de Heredia.
Estas personas andaban vendiendo ollas en la zona de Guanacaste y, hasta el momento, la Policía Judicial desconoce el móvil de los homicidios. Al parecer, los sicarios se equivocaron de objetivo y habrían confundido a los ofendidos con otras personas.
Sin embargo, según la Policía, en el caso del hombre de 43 años, tenía antecedentes por amenazas a funcionario, tenencia de droga y violencia doméstica.
La masacre más reciente se dio este martes 26 de diciembre, 78 días después de la primera. En Limón, cuatro hombres fueron atacados por varios sujetos con armas AK-47 y AR-15, en plena vía pública, en la localidad de Villa del Mar.
El sangriento ataque ocurrió a la 1:05 p. m. Todos los fallecidos son hombres adultos que viajaban en un carro que les brindaba un servicio informal de taxi. Tres de las víctimas estaban en la parte trasera, mientras que el conductor, aparente víctima colateral, murió a unos 15 metros de distancia cuando intentaba huir.
“Lo que se tiene es que, estando este vehículo aparcado en el sitio, pasa otro carro y dispara en ráfaga contra estas personas, ocasionándoles la muerte. En la escena hay varios casquillos de bala y se está generando una hipótesis de todo lo sucedido”, explicó Rándall Zúñiga, director del OIJ.
Las autoridades creen que una quinta persona que viajaba como acompañante pudo escapar, pero esto aún está en investigación.
A la fecha, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) suma la cifra histórica de 666 homicidios en el país, 212 más que al mismo periodo del año anterior. San José (164), Limón (163) y Puntarenas (107) son las provincias donde se contabilizan más homicidios en este 2023.
¿Qué implica que una organización embosque y mate a cuatro personas o más en segundos?
El exministro de Seguridad Gustavo Mata y el exagente judicial y criminólogo Gerardo Castaing, coinciden en que los grupos criminales ya se han profesionalizado y para ejecutar sus cometidos realizan inteligencia y utilizan armas de grueso calibre.
“Esto no es delincuencia común, es crimen organizado con toda una logística tanto en la compra de armas como vehículos y hasta hacen acciones parecidas a la de los policías con vigilancias, siguen a las víctimas y empiezan a conocer con quiénes andan, cuando tienen toda esa información intervienen.
“Si van a ir por un grupo de personas, utilizan varios vehículos donde algunos los siguen y otros observan. Esto conlleva toda una preparación para realizar el acto, también utilizan armas automáticas, principalmente las que vemos en reiteradas ocasiones como las AK-47 y AR-15, así como armamento de guerra”, expresó Mata.
Castaing asegura que cuando el objetivo son varias personas, los grupos criminales tienen que movilizarse en una cantidad similar o hasta mayor.
“En estos casos donde hay masacres, las bandas tienen que asegurarse el éxito, por eso utilizan armas de grueso calibre, con un alcance efectivo de 400 metros de distancia y un máximo de 900; se disparan en ráfaga porque son supersónicas y la capacidad de fuego es extrema y no les dan espacio a las víctimas de reaccionar”, comentó Castaing.
Ambos analistas aseguran que los delincuentes siempre van a buscar la ventaja para lograr el éxito y cumplir con el objetivo que les encomendaron.
Masacres durante 2022
Limón
El OIJ y la Fuerza Pública fueron alertados, la mañana del miércoles 2 de marzo de 2022, debido a una balacera dentro de una finca en el distrito de Matama. Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron a siete personas muertas: todas fueron ejecutadas.
Los hechos ocurrieron a eso de las 11 a. m. en una de las calles de la finca privada Los Pintos, camino a Bananito. Cuando los agentes llegaron al lugar todavía estaba activo el intercambio de disparos. Las víctimas tenían heridas de arma de fuego en la cabeza. Para cometer el homicidio, los delincuentes utilizaron fusiles de asalto tipo AR-15, AK-47 y M-16.
Seis de los fallecidos iban en un vehículo cuando fueron emboscados y un obrero, quien construía una cabaña cerca del lugar de los hechos, fue también víctima de las balas.
El expediente judicial sobre esta masacre puntualiza que el objetivo de este ataque era el propietario de la finca, quien pudo huir del lugar cuando escuchó la balacera.
Un costarricense y tres venezolanos fueron detenidos como sospechosos de la masacre.
De acuerdo con el informe judicial, cinco de los siete fallecidos tenían expediente criminal, a excepción de un sujeto apellidado Michel y el constructor de la cabaña.
Masacre en Bagaces, Guanacaste
La mañana del 22 de junio, un carro apareció quemado junto a tres personas calcinadas y amordazadas. Los hechos fueron atendidos por el Cuerpo de Bomberos a eso de las 7 a. m. en el sector de Pijije.
Dos de los fallecidos estaban dentro del vehículo, mientras que el otro fue encontrado a unos ocho metros de este, boca abajo y amordazado.
Un día después del hallazgo, la Policía Judicial allanó una propiedad cercana, en donde, se cree, habrían ocurrido los tres asesinatos. Dentro del inmueble encontraron rastros de sangre y un carro que pertenecería a uno de los fallecidos.
La Policía Judicial identificó a una de las víctimas como Manuel Salvador Cerda Rosales, de nacionalidad nicaragüense.
Masacre en Huacas, Guanacaste
Una balacera en el sector de Huacas, ocurrida el 9 de julio a eso de las 8:55 p. m., dejó como resultado cinco personas muertas y otra más en condición delicada. Los hechos se dieron dentro de una casa, ubicada carretera a Basilito.
Debajo de una cama, la Policía logró hallar un fusil de asalto AR-15, una pistola .40 y un resolver calibre 38 m.m.
Las víctimas de este caso eran todos miembros de una familia nicaragüense, integrada por cinco personas, quienes llegaron al país a trabajar en construcción.
De acuerdo con las pesquisas de las autoridades, tres hombres armados entraron violentamente a la vivienda, en el sector de El Silencio, y mataron a balazos a cuatro hombres y una mujer.
Los fallecidos fueron identificados como un hombre de apellidos Jarquín Cardoza (se desconoce edad); Hernández Cardoza, de 42 años; Orozco Loaiciga, de 29; Cardoza Rivas, de 25 años; y una mujer de apellido Cardoza Orozco, de 55 años.
Dos hombres de 21 y 25 años, oriundos de Limón, fueron aprehendidos como sospechosos de los asesinatos, el mismo día de los hechos. Estaban escondidos en una casa cercana y se les decomisaron tres armas de fuego: una AK-47, una 9 m.m. y una Mini Uzi.
Masacre en Turrubares, San José
La madrugada del 2 de diciembre, las autoridades encontraron a tres personas fallecidas por arma de fuego dentro de una quinta en Turrubares. El hecho se reportó a eso de las 3:25 a. m. en San Juan de Mata. Las personas fallecidas tendrían entre 30 y 40 años.
Además, dos mujeres, de entre 20 y 30 años, fueron trasladadas al Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas en condición delicada, ya que presentaban heridas graves por arma de fuego.
El OIJ confirmó que las víctimas estaban de paso en el lugar y "de fiesta", en una propiedad llamada "Finca Don Beto". En el lugar había una piscina y un rancho, y los cuerpos fueron encontrados en ese sector.
Los fallecidos fueron identificados como Maikel Camacho Meléndez, un viejo conocido de las autoridades; Luis Alejandro Alpízar Solano y Jason Geovanny Moya Martínez, todos vecinos de la Ciudadela León XIII en Tibás. Una de las tres heridas graves falleció en el centro médico y fue identificada como Stephenie Andrea Valverde Aguilar, de 32 años, madre de cinco hijos.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos confirmó que Camacho Meléndez figuraba como imputado y fue acusado dentro de la causa en la que también es imputado un hombre apellidado Cabrera Espinoza, alias “Manzanita”, quien figura como sospechoso de narcotráfico y lavado de dinero. Camacho, además, portaba un brazalete electrónico, puesto que, tras ser imputado, se le prohibió salir de la provincia de San José.
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