Nacional
Detienen a sospechoso de robar ataúd en Alajuelita
La Fuerza Pública sorprendió al sujeto cuando iba cargando el féretro, aparentemente sustraído de un cementerio.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) allanó un centro de acopio donde, en apariencia, una organización criminal almacenaba cable telefónico robado. Solo en este lugar, los agentes ubicaron 150.000 kilos de cobre extraído del cableado.
Las autoridades judiciales realizaron, la mañana de este martes, 16 allanamientos por el caso denominado "Los Chilenos", diligencias en las que detuvieron a 17 personas.
Según explicó Walter Espinoza, director del OIJ, la investigación y detención de estos sospechosos tiene mucha importancia y trascendencia para el país, por tratarse del aparente robo de materiales del Estado.
"La sustracción de cable telefónico está motivada por extraer el cobre que en su interior se contiene, provoca afectación a los servicios que brinda el Estado. En particular, afecta temas de emergencias, como Bomberos, Cruz Roja, 9-1-1. Afecta el comercio, el turismo, los servicios judiciales y puede provocar perjuicios de dimensiones inconmensurables", dijo el jerarca.
Material decomisado por el OIJ.
Según las pesquisas, la estructura tenía al menos tres facetas de supuesta actividad criminal. La primera era la sustracción del cable en sí, actividad dirigida por dos sujetos, de apellidos Aguilar y Pichardo, quienes se encargaban de establecer los lugares del robo, definir quiénes iban a participar, así como determinar los momentos en los que era idónea la sustracción.
Posteriormente, lo trasladaban al enorme centro de acopio, ubicado en San Antonio de El Tejar de Alajuela.
"Ese centro recibía ya el cobre extraído de los cables y en este sitio se hacía el embalaje y procesamiento inicial. Este lugar era dirigido por dos sujetos, de apellidos Barquero y Reyes, ambos costarricenses, quienes además integraban a su círculo familiar en la ejecución de actividades criminales relacionadas con el encubrimiento y la sustracción planificada del cable", añadió Espinoza.
El tercer segmento era, según el director de la Policía Judicial, el más importante. Este estaba a cargo de un sujeto taiwanés, quien se encargaba, al parecer, de planear el envío del material a mercados internacionales.
Además de los 150.000 kilos de cobre decomisados este martes, de los cuales al menos un 45% tiene procedencia ilegal, durante la investigación el OIJ también incautó al menos 7.000 kilos de este material. Según determinaron los expertos, con cada metro de cable los delincuentes logran extraer 1.30 kilogramos de cobre y cada kilo se cotiza en el mercado en aproximadamente ₡6.000. Es decir, el perjuicio económico rondaría los 1.000 millones de colones.