La Superintendencia de Pensiones (SUPEN) sacó a consulta pública, esta semana, la reforma que crearía los llamados “fondos generacionales”, que prometen mejorar los rendimientos del Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP) a través de una agrupación de sus cotizantes.
La medida, que ya había sido anunciada a mediados de 2022 por la superintendente Rocío Aguilar, crearía cuatro grandes grupos de ahorrantes a partir de su edad, de manera que los ahorros de los cotizantes más jóvenes se inviertan en instrumentos de mayor riesgo a cambio de mayores rendimientos, mientras que los de mayor edad sean sujetos de inversiones más seguras aunque con menos ganancias.
“La estrategia para implementar los fondos estructurados según el ciclo de vida de los afiliados ha sido ampliamente analizada por la Superintendencia por medio del estudio de experiencias internacionales, del marco regulatorio y operativo existente, y de sesiones de trabajo con la industria.
“Este análisis permitió concluir que el modelo que resulta más beneficioso para el sistema, en términos de logro de objetivos y costo / beneficio, es el de fondos generacionales”, dijo Aguilar.
Según los datos de la SUPEN, con la implementación de los fondos generacionales se podría pasar de una tasa de reemplazo de 16,5% a un 19,8% en un horizonte de 40 años, mientras que con un escenario de inversiones más agresivas ese porcentaje podría superar incluso el 20%.
La tasa de reemplazo es, a grandes rasgos, el porcentaje del último salario reportado que estaría recibiendo cada cotizante como parte de su pensión.
¿Cómo?
Hoy, los dineros del ROP son administrados bajo un fondo común y sujetos de las mismas inversiones.
La propuesta lanzada a consulta establece cuatro grupos etarios: uno con todos los cotizantes nacidos en 1979 y hacia atrás, que será el fondo A y el más seguro, mientras que en el B irán los nacidos entre 1970-1979; en el C entre 1980-1989 y en el D los de 1990 y posteriores.
Los grupos A, B y C agruparán, cada uno, un 30% de los fondos actuales del ROP, mientras que en el D estará el restante 10%.
Los aportes de cada cotizante serán idénticos a los que existen en la actualidad y los ahorrantes podrán trasladarse a su grupo inmediato, posterior o anterior, una vez cumplidos cinco años de cotizaciones y por voluntad propia.
Otro dato interesante de la reforma lanzada a consulta es que se elimina la restricción aprobada el año anterior para que los cotizantes del ROP puedan cambiar de operadora cada seis meses. La propuesta regresaría el plazo mínimo de la llamada “libre transferencia” a un mes.
La reforma llega luego de un severo periodo de rendimientos negativos en las inversiones del ROP, producto de lo que la SUPEN calificó como una “crisis de crisis” que detonó la pandemia del COVID-19 y las restricciones de política monetaria en todo el mundo.
Con eso atrás, las operadoras y la propia Superintendencia han destacado la recuperación sostenida en los fondos de los cotizantes, pues las pérdidas solo podían materializarse si una persona retiraba el dinero o se pensionaba.