POR Juan José Herrera | 10 de diciembre de 2024, 21:14 PM

Los exministros de Seguridad, Álvaro Ramos y Gustavo Mata, así como el exfiscal general, Francisco Dall’Anese, y el exdirector del Organismo de Investigación Judicial, Rafael Guillén, coincidieron esta noche que Costa Rica no está organizada para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

Los cuatro expusieron ante los diputados de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico, encargada de investigar las acusaciones de una presunta penetración del narcotráfico en el Gobierno de Rodrigo Chaves.

“Estamos totalmente desorganizados, cuando don Mario Zamora nos dice que se requiere una policía pequeña uno no se explica de qué está hablando, cómo va a tener una policía pequeña frente a un creciente crimen organizado, con todo el presupuesto que tienen los delincuentes, todos los medios, toda la capacidad de acción, de matar, de sobornar, de movilizarse, de vigilar y una policía pequeña y sin presupuesto.

“Yo creo que realmente estamos en una guerra y a mí me genera una gran desesperanza que estamos escuchando todo el tiempo críticas, críticas contra las autoridades, la Asamblea, La Fiscalía, los jueces… Si queremos ser objetivos y afrontar este problema como nación, debemos esperar de las autoridades la mayor coordinación, sino esto vamos a ir de mal en peor, porque no es condenando como se gana, es con contención, con prevención”, cuestionó Dall’Anese.

El exfiscal insistió en que “seguimos desorganizados frente a una criminalidad muy organizada”, una crítica que repitieron los demás expertos convocados.

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“Estamos en una situación de debilidad y el país corre el peligro de convertirse en un narco estado y eventualmente pasar a la situación más terrible de convertirnos en un estado fallido, como sucedió en Haití o en Honduras.

“De continuar estas debilidades, de no dar un reforzamiento tecnológico con drones, helicópteros, aviones, radares móviles, no tener un centro de comando y control con inteligencia artificial, el no estar unidos, la estrategia visión y misión conjunta de todas las autoridades y el OIJ para combatir el crimen de primer mundo, nuestro país podría enrumbarse a un nivel de violencia y pérdida de la democracia”, añadió Ramos.

Sin embargo, el presidente del órgano, Gilberth Jiménez, les preguntó puntualmente a los cuatro si alguno tiene pruebas de una penetración del narcotráfico o el crimen organizado en el Poder Ejecutivo, ante lo cual los cuatro guardaron silencio.

“Podemos inferir que este es otro montaje político contra el Gobierno”, celebró la oficialista Pilar Cisneros.

El único que cuestionó esa posibilidad fue Dall’Anese, que sí enumeró una lista de “indicios” que dijo podrían apuntar a esa penetración, pero sin dar certezas al respecto.

“Hay una serie de indicios, los indicios por sí solo no dicen nada, pero los recortes presupuestarios, ataques sistemáticos a las autoridades, las publicaciones internacionales, cómo se refieren los narcotraficantes, según dice la prensa, al Presidente diciéndole papá, eliminan la base de Drake, trasladan la academia de guardacostas, no tenemos vigilancia aérea, la inseguridad total, cada uno de estos indicadores por sí solo no significan nada y cada uno tiene que investigarse y puntualizar con pruebas.

“Pero cuando usted ve todo ese panorama de cosas y lo cierra con otro indicio muy grave y es que se quiere comprar una póliza por si lo piden a uno en extradición, pareciera que el asunto va saliendo por la boca angosta del embudo y todo apunta hacia un mismo lugar, y todo esto podría ser desvirtuado, pero en términos de probabilidad, todos estos presupuestos pareciera que todos estos tienen que ser detallados porque lo peor que puede pasar a este país es que haya funcionarios de Gobierno metidos en todas estas cosas”, aseveró.