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Tasa de pobreza y la de pobreza extrema registran leves disminuciones en el país, según estudio
¿Cómo se han comportado las brechas en el mercado laboral?
El 25 de julio de 2019, mientras Costa Rica celebraba el 195 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya, las autoridades del Ejecutivo y el Legislativo destacaron la falta de agua, el escaso empleo y la deficiente infraestructura como las grandes deudas que el país seguía arrastrando con Guanacaste.
Ese día, en el corazón de la provincia, quedó inmortalizado aquel enérgico discurso de Carlos Alvarado, cuando recurrió a los gritos para imponerse a una multitud que, con idéntica estrategia, pedía su salida en medio de airados reclamos contra el líder de un gobierno que, insistían, los abandonó.
Hoy, cinco años más tarde, Costa Rica se acerca al 200 aniversario con la penosa realidad de no haber cumplido nada de lo prometido.
Igual o peor
En el primer trimestre de este 2024, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ubicó a la Región Chorotega, que aglomera a toda la provincia, como la de mayor tasa de desempleo de todo el país: 10,8%.
Ninguna otra de las restantes cinco regiones socioeconómicas del país tiene un valor más alto y ninguna, tampoco, registra un desempleo a doble cifra.
De la mano con esto, la Chorotega fue la única región donde la pobreza aumentó en 2023 con respecto al 2022, según el propio INEC (últimos datos).
El porcentaje de hogares pobres pasó de 26,4% a 27,6%; mientras que la pobreza extrema, entendida como aquella donde las personas no tienen los recursos para cubrir ni siquiera sus necesidades más básicas, alcanzó un 10,5% de los hogares guanacastecos, la cifra más alta de toda Costa Rica.
La infraestructura no está mucho mejor.
“La deuda con Guanacaste persiste y es grande. Es grande en temas de infraestructura, sobre todo vial, con más de 500 kilómetros de carretera en lastre, creo que no hay otra provincia con mayor cantidad en todo el país, pero además hay faltante de infraestructura en agua, de vivienda, de escuelas y colegios, podemos hablar de muchísimas necesidades”, cuestionó Melina Ajoy, representante del PUSC en Guanacaste.
Hasta hoy, la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo han hecho poco por remediar esto.
Tanto Ajoy, como el oficialista Daniel Vargas y el liberacionista Luis Fernando Mendoza, destacaron la remodelación del puente de La Amistad como un acierto de la actual administración en infraestructura, pero después de ahí hay poco más.
El proyecto de Barranca – Limonal sigue varado y la ley para atraer zonas francas fuera del Gran Área Metropolitana sigue sin lograr consolidar un proyecto de esa envergadura en Guanacaste.
“La provincia de Guanacaste tiene deficiencias que inciden en la forma de vida y calidad de vida de sus ocupantes, hay un tema de falta de empleo, hay una reforma de zonas francas que da ventajas adicionales a las provincias de la periferia; sin embargo, esa ley no ha sido efectiva, no hemos logrado consolidar que más empresas se lleguen a instalar a Guanacaste”, criticó Mendoza.
Vargas, que resaltó los esfuerzos del Ejecutivo en ese y otros sentidos, insistió en que las particularidades de la provincia juegan en contra de ese objetivo, pero no lo convierten en un imposible.
“Guanacaste tiene la particularidad de que las poblaciones están muy desconcentradas, eso no permite masas críticas tan importantes para la instalación de industrias como las de la zona urbana, pero no por eso hay que claudicar, hay que pensar en la forma de evitar la migración de talento de guanacaste hacia la GAM y se puedan aprovechar allá, mantenerlos allá”, dijo.
El Gobierno destacó hace apenas dos semanas el crecimiento histórico en las cifras de inversión extranjera directa y cómo esta cifra, fuera del GAM, pasó de números negativos a una inversión de casi $50 millones en lo que va de este año.
Mucha de esa inversión, para Guanacaste, tiene hasta ahora la particularidad de que se concentra en las costas y en proyectos que no apuntan, necesariamente, a sus pobladores ni a sus necesidades.
“El modelo que ha seguido la provincia de Guanacaste no es el que le está generando los beneficios que quisiéramos. Ojo, yo no estoy en contra del desarrollo del turismo y de la infraestructura hotelera en la provincia de Guanacaste, jamás, lo que digo es que seguimos sin generar los empleos de calidad que merecen los guanacastecos, que hay un desplazamiento de personas de la costa que venden sus propiedades a extranjeros y que todo eso no permea en los beneficios que quisiéramos”, cuestionó Mendoza.
El desplazamiento del guanacasteco frente al extranjero persiste y además alimenta la creciente crítica sobre el distanciamiento que el turismo nacional empieza a sentir con la provincia, que se empieza a alejar de las posibilidades económicas de muchos ticos que, incluso, ven opciones más accesibles en el extranjero.
“El turismo es un tema amplio y complejo. Un hotel 5 estrellas en Guanacaste llega a demandar hasta 600 colaboradores en temporada alta, eso no se puede obviar ni despreciar, solo que debemos explotar esas oportunidades de otra forma, hay que hacer engranajes con la gente, preparar y capacitar a las personas para alcanzar ese desarrollo que queremos y seguimos sin tener”, explicó Ajoy.
“Es un gran deber, lo he dicho en otros foros, sobre la necesidad de amarrar el turismo de alta gama a todas las comunidades, empatarlo. No estamos llevando inversión en todas las comunidades y estamos dejando eso solo en las costas y los grandes desarrollos, hay que volver a ver qué es lo que las comunidades y otros sectores ofrecen, sacar el ingreso de esas zonas y permearlo en otras”, reconoció Vargas.
¿Y el agua?
La otra de esas principales deudas es quizás la más importante: la falta de agua.
Antes de abandonar el poder, la administración de Carlos Alvarado dejó aprobado el Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del río Tempisque y Comunidades Costeras (Paacume), que prometía llevar agua potable y de riego a una provincia históricamente golpeada por las sequías y las dificultades para garantizar el acceso a ese derecho humano.
Sin embargo, en la actual administración el único avance, hasta ahora palpable, es el cambio de nombre: ahora se llama, “Agua para la Bajura”.
El presidente Rodrigo Chaves cuestionó que el proyecto, en su trazado original, no involucraba el agua potable, algo que posteriormente se desmintió.
Sin embargo, ahora mismo el avance del proyecto se desconoce, incluso entre los diputados de la provincia.
“Desde mayo presenté una consulta al ministro de Agricultura y ya le hice un recordatorio de que, si no tengo respuesta, recurriré a la vía constitucional”, afirmó el diputado Mendoza.
Daniel Vargas, en cambio, dijo estar convencido de que la propuesta avanza.
“El proyecto va en camino, va caminando, pero no va a ser inmediato, eso se sabía. Hay que tener mucha esperanza porque el agua es un habilitador de desarrollo”, afirmó.
Este medio también intentó conocer la posición oficial de las autoridades sobre el avance del proyecto, sin embargo, fue imposible obtener una respuesta formal pese a las solicitudes planteadas.
A los tres diputados consultados (la provincia tiene cuatro pero no fue posible conversar con Alejandra Larios), se les preguntó si tanto ellos, el Congreso y las autoridades han logrado avanzar en el pago de deuda histórica con Guanacaste. La respuesta de consenso es que no.
“Hay mucho que se va moviendo, pero hay muchas otras cosas que se necesitan impulsar con mayor agresividad, pero con los recursos limitados es caminar cuesta arriba, especialmente cuando también hay otro montón de urgencias desatendidas y el mejor ejemplo es el puente sobre el Tempisque, abandonado durante años y cuya restauración estamos a punto de concluir”, dijo Vargas.
“Nosotros (los diputados) tenemos funciones delimitadas, somos electos para hacer control político y modificar el esquema legal del país, tratamos de impulsar iniciativas para incidir en las poblaciones que representamos, eso es histórico, pero no es parte de la función constitucional establecida”, justificó además el oficialista.
Ajoy, por su parte, dijo esperar qué es lo que el Gobierno prepara para este 200 aniversario.
“Existe una gran deuda de los gobiernos para con Guanacaste, estoy esperando a ver qué presentará el Gobierno en unas semanas, pero necesitamos hacer más porque Guanacaste no es solo el 25 de julio”, señaló.
Finalmente, Mendoza insistió en que Costa Rica no ha logrado, ni sabido, pagar lo que Guanacaste le dio con su anexión.
“Guanacaste le dio territorio, población y además identidad a Costa Rica, pero Costa Rica no le ha devuelto lo suficiente a nuestra provincia de lo mucho que ha recibido”, sentenció.