La Policía de Control Fiscal (PCF) y la Aduana de Paso Canoas, del Ministerio de Hacienda, destruyeron 11 millones de cigarros que fueron declarados en abandono (ver video adjunto).
Se trata de mercancía que ingresó al país en tránsito por esa frontera y superó su plazo de permanencia sin que nadie la reclamara.
“Al igual que lo hacemos con otras mercancías de contrabando y comercio ilícito, en este caso se recomendó la destrucción de los cigarrillos, que por sus características no pueden ser rematados ni donados, y que, por su naturaleza, podrían atentar contra la salud pública”, aseguró Jacqueline Soto, directora de la PCF.
La destrucción se llevó a cabo en un relleno sanitario en Aserrí y contó con el apoyo de una unidad de transporte de la Fuerza Pública.